Los antibióticos han servido como un recurso muy importante para la medicina y para el tratamiento de diferentes enfermedades a lo largo de los años, sin embargo, utilizarlos mal puede poner en riesgo la salud de quien los toma.
Los antibióticos pueden tratar con éxito infecciones provocadas por bacterias, pueden prevenir enfermedades y reducir las complicaciones de alguna enfermedad, pero algunos ya no están funcionando tan bien. Cuando un antibiótico no es eficaz contra algunas cepas de bacterias se dice que estas son resistentes a los antibióticos.
La resistencia a los antibióticos es uno de los problemas de salud pública más urgentes del mundo, el mal uso y el uso excesivo de los antibióticos son factores que generan la resistencia a estos.
Errores que se cometen al tomar antibióticos
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Usar antibióticos para tratar una infección viral
Muchas personas utilizan antibióticos cuando tienen una gripe o una fuerte tos, pero esto puede que no sea el remedio adecuado. Los antibióticos deben utilizarse sólo para tratar infecciones por bacterias, nunca para tratar infecciones por virus como la gripe.
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No cumplir el tratamiento recetado
Existen ocasiones en que se han recetado antibióticos pero los síntomas de la enfermedad desaparecen antes de cumplir el tiempo del tratamiento, por lo que se deja de tomar, esto es un error grave, ya que, si bien los síntomas han desaparecido, el no cumplimiento del tratamiento puede que no elimine del todo la bacteria y que esta siga reproduciéndose.
No solo eso, al haber tenido contacto con el antibiótico y no ser eliminada, la bacteria ahora se vuelve resistente al medicamento y podría provocar una infección aún más grave.
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Automedicación
Puede que hayas encontrado información en internet sobre el tratamiento de tu “enfermedad”, o puede que un amigo o vecino te haya recomendado tomar ciertos antibióticos para tu padecimiento, sin embargo, se recomienda nunca tomar antibióticos sin que un médico los recete.
Automedicarse es utilizar antibióticos que te sobraron de otro tratamiento, o comprarlos sin receta médica, esto representa un error y un peligro para la salud del individuo. Tampoco se deben compartir los medicamentos sobrantes a otra persona, lo mejor es desecharlos al finalizar el tratamiento médico.
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Prolongar el tratamiento sin que el médico lo indique
Puede que estés a punto de terminar tu tratamiento con antibióticos y que no te encuentres mejor o que los síntomas no desaparezcan por completo, tomar más medicamento del que se te ha recetado no es una buena idea y podría incluso perjudicar tu salud.
Los antibióticos como todo medicamento pueden tener efectos secundarios, los médicos están conscientes de ello por lo que dejan un tratamiento que eviten estos efectos pero que curan del todo tu padecimiento. Pregunta a tu médico si es correcto tomar el resto del medicamento o para que te indique si debes cambiarlo.
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Olvidar seguir las medidas preventivas
Adoptar hábitos saludables reduce las posibilidades de que contraigas infecciones bacterianas y por consecuencia la frecuencia en que se deben usar antibióticos.
Lavarte las manos antes de comer, mantener una buena higiene bucal, cocinar y conservar de manera correcta los alimentos y tener relaciones sexuales con protección son algunas medidas a seguir para evitar estas infecciones.
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