No siempre estamos desanimados porque nos invada una pena o tristeza, en algunas ocasiones no tenemos ganas de hacer nada por razones que a simple vista no podemos observar. Precisamente por ello, hoy queremos compartirte tres de ellas.
1. Desayunas muy dulce
Crepes, tostadas de pan blanco con mermelada, cereales de desayuno con azúcares añadidos… Son desayunos que solo dan un empujón de energía momentáneo al cuerpo, pero transcurridas unas horas lo sumen en un bajón energético.
Solución: los expertos recomiendan desayunar alimentos que sean capaces de proporcionar al cuerpo energía durante toda la mañana. Buenos ejemplos de alimentos que ofrecen energía verdadera son: panes integrales densos, gachas de avena o cremas de frutos secos.
Puedes prepararte un muesli energético y saludable con copos de avena, frutos secos, semillas y fruta desecada, sin añadir nada de azúcar.
Otra alternativa a la tostada con mermelada es una rebanada de pan integral con aguacate.
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2. Duermes demasiado o demasiado poco
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Dormir una cantidad correcta de horas es importante para sentirse descansado por la mañana. Las necesidades de horas de sueño varían mucho entre personas. Las hay que precisan pocas horas y los hay que con menos de nueve no pueden ni levantarse.
La norma básica es si te sientes con energía y rindes lo suficiente, es que has descansado bien durante la noche.
Demasiadas horas de sueño también producen cansancio. Es el caso de las personas que acostumbran a dormir hasta que no pueden más en la noche del sábado al domingo y tienen problemas para dormirse la noche siguiente.
Solución: intenta acostarte y levantarte siempre a la misma hora. El cuerpo se adapta a ese ritmo. Puedes ponerte una alarma cuando se acerque la hora de acostarse al igual que haces para levantarte.
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3. Bebes bebidas energéticas y exceso de cafeína
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La bebidas energéticas contienen cafeína y grandes cantidades de azúcar. La combinación proporciona un chute rápido, pero a la larga es la receta perfecta para grandes ataques de sueño.
La cafeína en pequeñas dosis favorece la concentración pero también provoca irritabilidad, aumenta la tensión arterial y tiene un efecto negativo sobre el sueño, sobre todo en personas sensibles.
No son pocas las personas que intentan corregir con el efecto energizante de la cafeína un cansancio que es debido a la mala alimentación, la falta de descanso o el estrés. En todos los casos el exceso de cafeína agrava el problema.
Solución: controla tu ingesta de cafeína. Dos tazas de café antes de mediodía probablemente no producirán efectos secundarios. Con tres o más tazas surgen los problemas. Y una sola lata de una bebida energética ya puede alterarte (y ten en cuenta que suelen estar cargadas de edulcorantes sintéticos).