Cuando un bebé acaba de nacer es sumamente vulnerable, el dejar el ambiente seguro del vientre materno es un cambio drástico, es por eso que la nutrición de la madre durante los meses de gestación se hace tan necesaria, para que nuestro pequeñito pueda ser fuerte y afrontar el parto –porque sí, también es difícil para ellos- sin ningún problema.
Según la Academia Americana de Pediatría una buena idea para que los bebés no tengan complicaciones durante el alumbramiento es aplicar una dosis de vitamina K en el mismo momento que dejan el vientre, ¿por qué? Aquí te lo explicamos.
La magia de la vitamina k
La enfermedad hemorrágica nenonatal es la gran enemiga del consumo de vitamina k, que juega un papel fundamental en la coagulación. Este grave padecimiento ha causado que aproximadamente 1 bebév de cada 10.000, sufra de hemorragias por la nariz o la boca, o de hemorragias internas muy graves. Para prevenir este cuadro, en muchos países se administra una inyección intramuscular con una dosis de 0,5 a 1 miligramos de vitamina K a todos los recién nacidos.
Es importante recalcar que algunos bebés presentan más riesgos de padecer una deficiencia de vitamina K, en especial aquellos con las siguientes condiciones:
- Nacidos antes de la semana 37 del embarazo
- Nacidos con fórceps, o por cesárea
- Que han sufrido trabajos de parto prolongados
- Que tienen dificultad respiratoria al nacimiento
- Que tienen alteraciones hepáticas
- Cuyas madres han tomado antiepilépticos, anticoagulantes o medicamentos contra la tuberculosis.
Sin embargo, cuando hablamos de hemorragias no siempre nos referimos a grandes pérdidas de sangre, esta patología puede manifestarse con una pequeña pérdida de sangre por la nariz o boca, pero también con una grave hemorragia en el cerebro u órganos internos del bebé, lo cual podría ser fatal. Además, cerca de un tercio de los bebés que sufren de hemorragia por deficiencia de vitamina K no pertenecen a ninguna de las categorías antes mencionadas por lo que siempre es necesario prevenir y la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda aplicar la inyección preventiva a todos los recién nacidos.
Además de una vacuna, el calostro materno contiene altos niveles de vitamina k, por lo que es recomendable colocar al bebé al pecho tan pronto como sea posible después de su nacimiento.