La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de la necesidad de incrementar los esfuerzos para lograr una mayor cobertura de la vacunación contra el sarampión, ante el aumento de los índices de mortalidad por esta enfermedad.
Según los datos que presentó esta agencia de Naciones Unidas, el número estimado de fallecimientos por sarampión en 2013 ascendió a 145.700, frente a los 122.000 del año anterior.
La cifra estimada de muertes en 2013 representa un 75 % menos de decesos por esta enfermedad que en 2000, pero este descenso está lejos del objetivo establecido de reducir en un 95 % los fallecimientos antes de 2015. La OMS calcula que se evitaron 15,6 millones de muertes gracias a las vacunaciones entre 2000 y 2013.
"El poco progreso en la vacunación contra el sarampión ha propiciado que se hayan producido brotes de esta enfermedad, altamente contagiosa", indicó en un comunicado Peter Strebel, del departamento de inmunización de la OMS.
Señaló que "los países necesitan dar prioridad urgente a los objetivos para la eliminación del sarampión. Si no se consigue una buena cobertura de inmunización, se echarán por la borda los esfuerzos de la última década para reducir la mortalidad" por esta enfermedad.
Lograr una reducción del 95 % de los fallecimientos es una de las seis metas del Plan Mundial de Acción par la Vacunación aprobado en la Asamblea Mundial de la Salud en 2012.
Los activistas han alertado en los últimos años de que, si no se logra una buena inmunización, el sarampión puede volver con fuerza.
El sarampión se transmite por secreciones de la nariz o la boca de personas infectadas. Los síntomas surgen entre unos diez y doce días después del contagio y consisten, entre otros, en congestión, ojos rojizos y diminutos puntos blancos en el interior de la boca, para después aparecer un sarpullido desde la cabeza hasta los pies.
Aunque el repunte de 2013 se debió especialmente a brotes en China, República Democrática del Congo y Nigeria, también se dieron pequeños brotes en muchos otros países del mundo. Así, en Europa se han detectado brotes en Georgia, Turquía y Ucrania.
Además, se ha comprobado que los niveles de inmunización son especialmente bajos en la región del Mediterráneo Oriental, donde los conflictos bélicos y los millones de refugiados que éstos han causado complican las labores de vacunación.
Más del 60 % de los 21,5 millones de niños que en 2013 no habían sido vacunados contra el sarampión a los nueve meses de edad vive en seis países: India (6,4 millones), Nigeria (2,7 millones), Pakistán (1,7 millones), Etiopía (1,1 millones), Indonesia (0,7 millones) y República Democrática del Congo (0,7 millones).
Los niños que no están vacunados contra el sarampión y que entran en contacto con el virus pueden desarrollar enfermedades graves como neumonía, diarrea aguda, encefalitis y ceguera.
La gran mayoría de las muertes por sarampión ocurre en los países en desarrollo y, en 2013, más del 70 % de las mismas se produjo en los seis países citados.