La intolerancia a la lactosa es una condición en la cual una enzima digestiva, la lactasa, se encuentra deficiente debido a múltiples causas, los síntomas de intolerancia a la lactosa son muy comunes.
La lactasa es la enzima encargada de desdoblar la lactosa en una molécula de glucosa y una de galactosa para su digestión. Al no ocurrir esto, la lactosa permanece en el intestino, siendo fermentada por bacterias, generando productos químicos responsables de los síntomas de intolerancia a la lactosa.
El tratamiento consiste en disminuir o incluso suprimir los lácteos de la dieta.
Tres preguntas para entender la intolerancia a la lactosa
¿Qué es la lactosa?
La lactosa es un carbohidrato compuesto por dos moléculas (disacárido) una de glucosa y una galactosa, es la principal azúcar presente en la leche animal, y es utilizada para la creación de alimentos que contienen lácteos o sus derivados, como margarinas, helados, salsas, sopas, cereales enriquecidos, carnes procesadas.
Cómo se digiere la Lactosa
La digestión de la lactosa ocurre gracias a una enzima llamada lactasa. Esta enzima se encuentra presente desde el nacimiento, está ubicada en el enterocito (células intestinales) a nivel de las vellosidades intestinales. Tiene su máxima actividad en el intestino delgado.
Su función es recibir a las moléculas de lactosa y separarlas en una de glucosa y una de galactosa, para poder ser absorbidas en el intestino delgado por sus transportadores específicos.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa es el cuadro clínico que se produce cuando hay un desequilibrio entre la cantidad de lactosa ingerida y la cantidad de enzimas lactasa para digerirla.
El exceso de lactosa hace que se saturen los transportadores, y la lactosa sobrante pase al intestino grueso, donde debido a la flora bacteriana normal fermenta los carbohidratos no absorbidos produciendo ácidos orgánicos de cadena corta llamados ácido fórmico, acético o láctico y otros compuestos como acetaldehído, etanol o propanodiol.
En algunas ocasiones los ácidos pueden ser absorbidos, pero cuando exceden la cantidad que puede ser absorbida, aumentan la carga osmótica intestinal produciendo las manifestaciones clínicas, junto con los otros compuestos.
¿Intolerancia a la lactosa? Dejar de consumir lácteos no es la solución