El Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) de México desarrolló una técnica única en el mundo para erradicar el cáncer de hueso consistente en aplicar calor a las partes afectadas y que ya ha sido usada con éxito en más de 200 pacientes, indicó el médico que ideó el procedimiento.
"Funciona a través del calor que obtenemos del agua que se evapora y lo aplicamos al hueso. Lo que hace el calor es quemar las células tumorales, que tienen problemas para regular el calor y mueren" dijo hoy a Efe el doctor Gerardo Rico Martínez.
Rico Martínez, jefe del Servicio de Tumores Óseos del INR, señala que hay tres formas de llevar a cabo el procedimiento, dependiendo de las condiciones en que se presente el problema en el paciente.
Cuando es una lesión pequeña, se hace in situ (en el lugar): se practica una penetración en el hueso del paciente y allí se inyecta el calor, tratando de proteger el resto de tejidos de los efectos térmicos.
En lesiones más grandes, el proceso es el mismo, sólo que es necesario desarticular el hueso afectado, que entonces es introducido en agua a 60 grados Celsius por un periodo de 15 minutos y después colocado de nuevo en su sitio.
El tercer método que consiste en cortar el hueso afectado y llevar a cabo el procedimiento anterior, para posteriormente colocarlo mediante osteosíntesis de vuelta en el cuerpo, usando placas o clavos, explicó el doctor.
Si se trata de un tumor benigno, basta con aplicar la técnica al paciente, pero si se trata de un tumor maligno, "primero le damos quimioterapia, lo operamos con la técnica, dejamos que descanse tres semanas o un mes, y retomamos la quimioterapia".
Hasta el momento el tratamiento, llamado hipertermia hídrica controlada, ha sido probado con eficacia en más de 200 pacientes con cáncer de hueso que eran candidatos a amputación.
Rico Martínez afirma que esta técnica se viene llevando a cabo en el INR desde 1990 y que el Instituto, adscrito a la Secretaría de Salud, es el único en usar actualmente el método para eliminar tumores óseos.
"Las únicas personas que están trabajando con un método parecido son los japoneses, pero ellos hacen lo opuesto: utilizan nitrógeno líquido para bajar la temperatura y congelar los tejidos; eso provoca también la muerte de las células tumorales", agregó. EFE