Si su hija está embarazada a su familia le esperan muchos cambios.
Seguramente no es lo que la mayoría de padres espera de sus hijas adolescentes, sin embargo, esto sucede todos los días: cada año, casi un millón de adolescentes dan a luz en los Estados Unidos.
El hecho de que una hija adolescente se esté por convertir en madre (o que un hijo vaya a ser padre) puede ser abrumador para todos.
Su hija adolescente necesita atención especial, algunos riesgos si no la recibe son:
- Muerte fetal
- Presión arterial alta
- Anemia
- Complicaciones durante el trabajo de parto y el parto (como parto prematuro y alumbramiento de un niño muerto)
- Bebés con bajo peso al nacer
Aspectos de la atención médica y especializada que debe recibir su hija:
- Cambios en el estilo de vida: no fumar, no beber alcohol, no usar drogas, evitar el exceso de cafeína y descansar lo suficiente.
- Nutrición: evitar la comida rápida, bebidas gaseosas y dulces.
- Consumir vitaminas y minerales: proteínas, calcio, hierro, ácido fólico y beber mucha agua.
- Ejercicio físico: los de bajo impacto como caminar o nadar, son los mejores.
- Clases prenatales: pueden ayudarla a prepararse para el lado práctico de la maternidad, ya que enseñan habilidades tales como alimentación, cambio de pañales, seguridad infantil y otras técnicas básicas de cuidado de bebés.
Usted puede tener una gran incidencia en la vida de su hija y en su bebé. Tal vez aún ahora usted desearía que ella hubiera tomado otra decisión. Pero al apoyar a su hija, asegurarse de que reciba una buena atención prenatal y escucharla, es posible que descubran que a la larga son mejores padres.