Reír es fácil, divertido y gratis, sin embargo, conforme crecemos, lo realizamos con menor frecuencia. Según James Loehr, psicólogo que realizó estudios sobre la risa, un niño ríe aproximadamente 400 veces al día, mientras que un adulto lo hace 15 veces solamente.
La risa es contagiosa. Las neuronas espejo de nuestro cerebro captan la risa de otra persona y crean el impulso de realizar lo mismo. Cuanto más intensa sea la expresión vista, mayor reacción tendrá el cerebro. Además, un estudio de la Universidad de Oxford verifica que la risa es 30 veces más probable que ocurra si está con otras personas que cuando se está solo.
“Con el desafío del día a día, nos comportamos como adultos, perdiendo la espontaneidad, y la capacidad de reírnos de nosotros mismos”, afirmó Raquel Tejada, doctora en medicina, nutrición clínica y pediátrica. “volvamos a ser niños, abramos nuestros ojos con admiración y miremos el lado gracioso de la vida”, comenta la especialista.
En la actualidad existen muchas situaciones en las que se pueden participar para incurrir a la risa y mejorar la salud, te presentamos algunos ejemplos:
- La risoterapia: mejora el estado físico y psicológico a través de la risa, por medio de diversas técnicas como la expresión corporal, el juego, el baile, etc.
- Rodearse de personas divertidas.
- Ver series de televisión o películas de comedia.
- Asistir a comedias en vivo (Stand Up Comedy).
- Reírse de situaciones ocurridas en el pasado o de sí mismo.