A menudo denominada la "vitamina del sol", la vitamina D es un nutriente liposoluble que el organismo puede producir cuando se expone a la luz solar. A diferencia de otras vitaminas, también funciona como hormona, regulando numerosos procesos esenciales de tu organismo.

Algunos de los principales factores que contribuyen a los bajos niveles de vitamina D y cómo podrían afectar a ti y a tus seres queridos.

Exposición solar limitada: En el acelerado mundo actual, se pasa más tiempo en interiores que al sol. Los trabajos de oficina, los largos desplazamientos y la preferencia por las actividades de interior pueden reducir significativamente nuestra exposición a la luz solar.

Factores dietéticos: Aunque tu cuerpo puede producir vitamina D a partir de la luz solar, también podemos obtenerla a través de la dieta. Sin embargo, sólo un puñado de alimentos contienen cantidades significativas de este nutriente esencial, por lo que es difícil satisfacer las necesidades diarias sólo a través de la alimentación.

Edad: Tu cuerpo se vuelve menos eficiente en la producción de vitamina D. Los estudios demuestran que las personas mayores de 65 años producen sólo el 25% de la vitamina D que produciría una persona más joven con la misma cantidad de exposición al sol. El tiempo no espera a nadie, ¡pero eso no significa que no puedas actuar!

Pigmentación de la piel: ¿Sabías qué los individuos con tonos de piel más oscuros son más propensos a la deficiencia de vitamina D? La melanina, el pigmento responsable del color de la piel, reduce la capacidad de la piel para sintetizar vitamina D a partir de la luz solar. No dejes que tu brillo natural se interponga en el camino de tu salud.

Condiciones médicas: Ciertas condiciones pueden obstaculizar la capacidad de tu cuerpo para absorber o metabolizar la vitamina D, lo que lleva a una deficiencia. Los síndromes de malabsorción como la enfermedad de Crohn y la celiaquía, las enfermedades renales y hepáticas e incluso la obesidad pueden afectar negativamente a tus niveles de vitamina D. Es fundamental tener en cuenta estos problemas de salud subyacentes a la hora de tratar una deficiencia.