Existe un debate entre los expertos de nutrición de todo el mundo sobre la importancia del desayuno para el control del peso.
Un estudio reciente en el tema, realizado por investigadores de la Universidad de Loma Linda, en Estados Unidos, profundizó en el tema y nos revela porqué debemos comer como reyes en la mañana.
En la investigación participaron 50.000 adultos adventistas durante 7 años. Los expertos concluyeron, tras analizar sus hábitos durante ese lapso, que presentaron menor propensión a ganar peso con el tiempo quienes tomaban un buen desayuno, comían luego un almuerzo más pequeño y terminaban el día con una cena ligera o sin comer.
Según Hana Kahleova, autora principal del trabajo, esa conclusión revive el viejo dicho de que hay que desayunar como rey, almorzar como príncipe y cenar como mendigo.
Las horas de comida si cuentan
La explicación para este hallazgo está ligada a los tiempos de trabajo de la insulina, la hormona que segrega el páncreas para convertir la glucosa en carbohidrato, pues esta trabaja mejor por las mañanas que por las noches.
Los estudios revelaron además que aquellos que hacen las tres comidas completas más dos meriendas tienden a ganar más peso, mientras que quienes comen una o dos lo pierden. Sin embargo, de estos últimos, los que comían en forma abundante en la mañana presentaron los más bajos índices de masa corporal (IMC).
Abstente de comer más por las tardes
Los mejores IMC se observaron en aquellos que no volvían a comer después del almuerzo sino hasta el siguiente día, lo que indicaría que los ayunos por 18 horas son benéficos. Según Kahleova, dejar estos periodos sin comer le indica al cuerpo que debe gastar la grasa acumulada.
Presta más atención a esto si pasas los 60
De acuerdo con Greg Fraser, coautor del trabajo, los individuos menores de 60 años que en el estudio ingieren más calorías en la mañana tuvieron una reducción de peso menor, pero luego de los 60 la misma conducta les hizo bajar más que el promedio. “Con el paso de las décadas este efecto podría ser más importante”, señaló el experto en el estudio.
Es necesario explorar más el tema para corroborar el hallazgo. Después de todo, los adventistas son conocidos por no tomar alcohol, no fumar y comer menos carne que el resto de la población estadounidense. En general gozan de buena salud y esas variables podrían estar jugando un papel importante en los resultados.