El Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) hizo hoy un llamamiento vehemente por la paz en unos momentos en que son cada vez más evidentes los vínculos entre los conflictos, la migración y el repunte del hambre.
Preocupa que se pierdan los avances logrados hacia la meta de acabar con el hambre en el mundo debido a las cifras récord de migraciones forzadas de gente que huye de conflictos.
“Algún día en el futuro el Día Mundial de la Alimentación será una celebración de un mundo en paz y bien alimentado. Lamentablemente, ese día parece lejano. Tenemos demasiada violencia y conflictos, y es por eso que tenemos a tantos hambrientos que necesitan asistencia”, dijo el Director Ejecutivo del PMA, David Beasley.
Después de haberse reducido durante una década, el hambre está aumentando otra vez. De 815 millones de personas que pasan hambre en el mundo, 489 millones viven en países afectados por conflictos, reveló el mes pasado el informe anual de la ONU sobre seguridad alimentaria y nutrición.
“Hago un llamado a la gente que está en el poder, a la gente con armas, que paren la violencia ya”, dijo Beasley, quien se ha reunido con personas afectadas por el conflicto y la violencia en Yemen, Sudán del Sur y Bangladesh en los últimos meses. “Vi sus heridas con mis propios ojos y escuché sus historias con mis propios oídos. Estaban atemorizados, hambrientos y desnutridos después de soportar una pesadilla que la mayoría de la gente no puede siquiera imaginar. Si de verdad vamos a acabar con el hambre, debemos parar estos actos inhumanos”.
El reporte El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2017 muestra que, a pesar de que la mayoría de los países han logrado reducir considerablemente el hambre en los últimos 25 años, los avances en los países afectados por los conflictos se han estancado o deteriorado. Los conflictos pueden destruir la economía, trastornar la agricultura y forzar a la población a emigrar.
Un estudio del PMA, publicado este año, estableció una conexión entre el hambre y la migración. Los países con mayores niveles de hambre, junto a conflictos armados, tienen las mayores tasas de migración externa. Por cada año adicional de conflicto y derramamiento de sangre, 40 personas de cada 10.000 huirán de su país. El estudio apuntó a que las personas usualmente se mueven varias veces dentro de su país antes de cruzar las fronteras, dejando atrás sus tierras, trabajos y bienes.
En los países afectados por la guerra, donde la agricultura es trastornada y la economía colapsa, el precio de un simple plato nutritivo de comida puede suponer el coste de más de un día de salario. El PMA ha elaborado un índice en el que se ha mostrado el coste de un plato básico de alimentos en 33 países en vías de desarrollo, en comparación al salario medio de un día. En Contando los frijoles: El verdadero coste de un plato de comida alrededor del mundo, mostramos que, en Sudán del Sur, por ejemplo, el coste que supone para alguien pagarse un plato de comida modesto, supondría lo mismo que para un neoyorquino pagar 321 dólares por el mismo plato – digamos un plato de cocido de frijoles – cocinado en casa. Basándose en el mismo parámetro y aplicándolo a la ciudad de Deir Ezzor en Siria, el mismo plato costaría unos 200 dólares.