Quienes favorecen el arte han argumentado por mucho tiempo que la creatividad puede ayudar a las personas de la tercera edad.
Y un grupo de científicos comenzó a investigar ahora cuán cierto es esto.
Shula Strassfeld contiene la emoción mientras recuerda haber bailado con su padre de 92 años, que está en silla de ruedas y sufre de demencia.
"Fui a visitarlo para su cumpleaños y bailamos. Puse música y comencé a rotar su silla de ruedas. ¡Qué mirada tenía! Eso no tiene precio".
"Aunque al día siguiente no recordaba lo que había pasado, su alma sí; su cuerpo sí. Algo en él cambió con esa experiencia. Estaba más alerta, más activo. Cuánto me gustaría poder hacer eso todos los días", dice.
Strassfeld, de 66 años, es bailarina profesional, profesora de danza y miembro de Dance Exchange, una compañía basada en Washington, que ha colaborado con neurocientíficos y organizaciones independientes del área de la salud para explorar los beneficios de la música y el movimiento en personas de la tercera edad.
Dice que hay una gran evidencia anecdótica de estos beneficios.
Ahora, científicos señalan que el intento de Strassfeld de conectar con su padre a través del baile, puede tener méritos.
El baile estimula el cerebro
Los investigadores señalan que la danza puede beneficiar a las personas con demencia, por su capacidad de estimular muchas funciones del cerebro.
"Con la danza coreográfica, uno no sólo ejercita el cuerpo, sino que también escucha música y se mueve al unísono", dice Thomas Prohaska, decano del College of Health and Human Services de la Universidad George Mason, en Fairfax, Virginia.
Un nuevo informe sobre las artes y el envejecimiento de la National Academies de Estados Unidos explora de qué manera las artes pueden contribuir a combatir los síntomas de enfermedades crónicas como éstas, y recomienda que se realicen más investigaciones al respecto.
Papel importante
Aunque no hay evidencia definitiva de sus beneficios, ya muchos programas de salud incluyen terapias basadas en el arte y la música.
El Centro de Artes y Bienestar (Iona's Wellness and Arts Center), en Washington, incorpora el arte en todas las áreas de servicios para personas de tercera edad.
El centro tiene un residente de 93 años que es artista, cura exhibiciones en las instalaciones y colabora con uno de los más viejos museos de arte del país, la Collection Phillips (Phillips Collection).
Según Gay Hanna, directora ejecutiva del Centro Nacional para la Vejez Creativa, estas actividades son parte de un enfoque holistico del envejecimiento.
"El arte es intrínsicamente parte de nosotros", dice. "Somos seres estéticos y es cómo procesamos el mundo".
Y en la medida en que hay más necesidad de soluciones efectivas desde el punto de vista del costo, Hanna sostiene que el arte comenzará a tener un papel más importante.
"La evidencia anecdótica y las pruebas limitadas que se han hecho, muestran claramente que el arte es un recurso muy importante al que no le hemos dado la atención debida", sostiene Prohaska.
"Veinte años atrás, el área de actividad física y envejecimiento estaba en pañales y ahora todo el mundo reconoce el impacto potencial que tiene en las enfermedades crónicas. Resulta que el arte tiene un impacto beneficioso también".
BBC Mundo.