El hambre puede empezar desde el vientre materno. La malnutrición en los primeros 1,000 días de vida puede ocasionar daños irreversibles a la mente y el cuerpo.
Los primeros 1,000 días de vida de un niño o niña inician desde la concepción y finalizan al cumplir los primeros dos años de vida. Este periodo es considerado la “ventana de oportunidad.”
“Los primeros 1,000 días de vida es el periodo único en el cual se puede evitar la desnutrición crónica, la cual deja huellas para el resto de su vida en los niños, en su salud y su desarrollo cognitivo”. -Nils Grede, Representante del PMA.
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El papel que juegan las madres, padres y cuidadores de la niñez es crítico por ser un tiempo esencial para potenciar el desarrollo de la niñez, asegurar su crecimiento y desarrollo saludable con mayor potencial de aprendizaje e ingresos, combinado con un muy bajo riesgo de padecer enfermedades como diabetes y enfermedades cardíacas, entre otros.
Desde antes de nacer
Las mujeres embarazadas juegan un rol protagónico en este periodo ya que su nutrición durante el embarazo no impacta únicamente su salud, sino a corto y largo plazo la salud del bebé. Lo que sucede en este periodo afecta el riesgo de prevenir la desnutrición, sobrepeso y resultados inadecuados en el desarrollo infantil con efectos de larga duración.
Para una mejor vida
Atender a la población en este periodo, puede significar no solo una mejora en la condición individual sino además contribuye al desarrollo de una nación. Por ejemplo, en 2008 la revista Lancet publicó los resultados de un estudio realizado en Guatemala en el que se evaluaron los efectos de las intervenciones nutricionales durante la primera infancia en los ingresos económicos en la edad adulta.
Dicho estudio reveló que la población expuesta a suplementos nutricionales adecuados durante sus primeros 2 años de vida, en su vida adulta obtuvo un 46% de ingreso adicional en comparación a la población que no estuvo expuesta a suplementos nutricionales. Este hallazgo muestra el vínculo directo entre la desnutrición en la infancia y la pobreza en la adultez.
Nutrición al alcance de todos
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) proporciona por todo el mundo -incluyendo a El Salvador- alimentos buenos y nutritivos y productos nutricionales, como el Súper Cereal Plus, especiales para mujeres embarazadas y niños pequeños, a fin de garantizar que familias enteras desarrollen su potencial físico y mental y sienten las bases para que las generaciones venideras se construyan un buen porvenir.