La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que la muerte de quince niños menores de dos años en Siria, tras recibir la dosis de una vacuna contra el sarampión, se debió a que ésta fue mezclada por error con un relajante muscular y no con el diluyente apropiado.
Estas muertes ocurrieron el martes, luego de una ronda de inmunización contra el sarampión en las provincias sirias de Idlib y de Deir Ezzour, bajo dominio rebelde y donde los combates entre estos grupos y las fuerzas gubernamentales tienen lugar regularmente.
En ambas áreas, 60.000 niños fueron vacunados entre el lunes y el martes.
Dos errores tuvieron que ocurrir para que los niños resultaran intoxicados: en el empaquetado del disolvente y en su desempaquetado, durante el que nadie notó que el líquido que supuestamente debía servir para disolver la vacuna (en polvo) era en realidad el relajante Atracurium, utilizado habitualmente como anestesia.
La OMS sostuvo que accidentes de este tipo han ocurrido en el pasado, pero indicó que éste es el más grave del que tiene registros.
"Nadie puede recordar un incidente de estas proporciones. Es una situación muy trágica y hasta ahora todo apunta a un error humano muy grave y en dos momentos diferentes", dijo el portavoz de la organización en Ginebra, Christian Lindmeier.
No obstante, reconoció que existe una pequeña posibilidad de que la intoxicación haya sido intencional, por lo cual se debe realizar una investigación completa de lo ocurrido.
La OMS no tiene profesionales en la zona debido a la inseguridad, pero tras conocerse este hecho envió rápidamente a un equipo que está ahora en Turquía para investigar "tan cerca como sea posible" y recolectar toda la evidencia posible.
La campaña de inmunización era llevada a cabo por una entidad sanitaria de las fuerzas opositoras.
El relajante en cuestión se administra al paciente de acuerdo con su peso, lo que explica que su inoculación a niños de menos de 24 meses haya provocado su rápida muerte.
Otro medio centenar de niños mayores sobrevivieron, con síntomas como vómitos y diarrea.
El portavoz indicó que, a continuación, lo importante es determinar la manera más segura de reanudar la campaña de vacunación contra el sarampión y otras enfermedades en las zonas afectadas, para lo que previamente se debe restablecer la confianza de la población.
Por la situación de conflicto, la organización sanitaria mundial no participaba directamente en la campaña de inmunización.
El nombre del fabricante del relajante muscular con el que se mezcló la vacuna se mantiene en reserva porque el error no se debió a una contaminación de su producto.
EFE