La tremofobia o miedo a los temblores se caracteriza por un temor persistente, excesivo e irracional a los movimientos telúricos. La exposición a este estímulo puede causar crisis de angustia .
Para superar el miedo después de un temblor
- Hable del sentimiento de manera abierta, incluso llorar y entender que es normal. Pues eso permite liberar el temor.
- Identifique pensamientos recurrentes y atemorizantes para “detenerlos”. Cuando los detectamos podemos generar estrategias de distracción.
- Anticipación de la respuesta. Tener un plan de acción permite actuar y disminuir la sensación de desamparo. Prepararse mentalmente disminuye la sensación de ansiedad.
- Estrategias de respiración y relajación. Detenernos a respirar de manera profunda contribuye a que ciertos nervios se estimulen y la reacción fisiológica se modifique. Además, identificar puntos del cuerpo que duelen al estar estresado y luego presionarlos por unos segundos baja el nivel de ansiedad.
- Busque ayuda profesional si el estrés postraumático se convierte en crónico, es decir, si persiste después de seis meses del suceso y se registran depresión, apatía o enojo.
La ayuda profesional es importante, he visto casos de personas temerosas que por un sismo llegaría a realizar ciertos actos que podrían afectar su integridad personal, es importante darse cuenta de sus fobias a tiempo para superarlas y no quedarse con ellas.