De los 6.34 millones de personas que habitan en El Salvador, en 2015 se encontró que poco más de 1 millón sufren alguna de estas cuatro enfermedades cardíacas: hipertensión, insuficiencia cardiaca, infarto del miocardio y fibrilación auricular. Así lo establece un informe hecho por Deloitte Access Economics, de Australia.
Dicha investigación fue realizada en nueve países de Latinoamérica y buscó conocer cuántas personas tienen padecimientos cardiovasculares y el costo que esto genera a cada uno de los estados.
En el documento El Salvador ocupó el quinto lugar en la cantidad con respecto a la cantidad de gente con enfermedades cardíacas (27.3 % de su población total); no obstante, nuestro país es el que más dinero invierte en la atención de estos pacientes con $229 millones.
La investigación fue liderada por Lynne Pezzullo quien mencionó que a pesar que la situación es muy alarmante porque es “el principal problema” que enfrentan las autoridades de salud, se necesita un cambio en la vida de los salvadoreños, principalmente en su alimentación.
“La gente no está consciente de lo que come, por ejemplo ignora los niveles de carbohidratos en una pupusa y se llegan a comer tres o más. Es mejor consumir frutas y vegetales; más proteína y menos carbohidratos”, declaró Pezzullo.
Para este estudio se tomaron en cuenta a las personas mayores de 20 años; sin embargo, se dieron cuenta que hay cada vez más niños propensos a sufrir este tipo de enfermedades, sobre todo por la calidad de alimentación que tienen en las escuelas.
Prevención
La investigadora dijo que para reducir las probabilidades a adquirir padecimientos del corazón es necesario que la población acate los siguientes consejos:
- Comer saludablemente.
- Ejercicio (media hora durante tres o cuatro días a la semana, mínimo).
- No tomar bebidas embriagantes ni fumar.
- Visitar periódicamente al doctor y hacerse exámenes rutinarios.
Con todo esto, el informe busca darle prioridad a la atención preventiva por encima de la atención curativa, para que desde el Estado se administren mejor los recursos económicos y las personas tengan una mayor y mejor esperanza de vida.
Los países que fueron tomados en consideración para este trabajo fueron: México, Panamá, El Salvador, Perú, Chile, Brasil, Venezuela, Colombia y Ecuador.