Después del nacimiento de un hijo, se suele pensar que todo es alegría en la familia; sin embargo, se ha comprobado que un aproximado de 30% de las mujeres sufren depresión en los primeros tres meses después del parto, lo que dañar la relación de pareja y madre.
Algunos de los síntomas más frecuentes de esta enfermedad conocida como “depresión posparto” son: tristeza, ansiedad, fragilidad emocional, pérdida de energía y concentración y un sentimiento de inutilidad y culpa.
Los expertos afirman que esta depresión se puede vivir con más fuerza si existen factores externos que no ayudan al desarrollo de la mujer. Los problemas familiares, económicos, con el cónyuge o algún hecho estresante o lleno de tristeza pueden ser otros detonantes.
Se han registrado casos más graves en donde la mujer se cree incapaz de cuidar de sí misma y de su bebé y presenta dificultades para dormir y, a veces, la depresión es tan fuerte que podría llegar tener pensamientos negativos, como el suicidio o la muerte del bebé.
Combatir la depresión posparto
A pesar que es una enfermedad y existen causas de ello, la depresión posparto no se combate únicamente con pastillas, sino que, además, es un proceso que se debe solventar con la ayuda de la pareja, la familia y el círculo de amigos más cercano.
Entre las recomendaciones se mencionan: visitar a familiares y amigos para distraerse, no quedarse solamente en casa; descansar lo más que se pueda, de preferencia mientras duerme el bebé y hablar con otras madres para que puedan compartir las mismas experiencias.
Si la depresión fuese muy fuerte, es posible que la madre necesite un tratamiento psicológico o psiquiátrico, en donde no se descarta el uso de medicamentos o incluso, la hospitalización.