Los sobrehuesos dan impresión y suelen aparecer en la muñeca, aunque en realidad pueden formarse en cualquier articulación. Sin embargo, no hay que entrar en pánico: en la mayoría de los casos tienen solución. Antes se los llamaba "quistes bíblicos" porque la terapia más antigua para combatirlos era...¡golpearlos con una biblia pesada! Los médicos les dicen más bien gangliones. Y es que esa forma que sobresale no es un hueso, sino una acumulación de líquido.
Por supuesto, hay que evitar métodos brutales como los del pasado. En primer lugar, uno corre el riesgo de lastimarse, y en segundo lugar la hinchazón vuelve enseguida, ya que de ese modo no se combaten las causas. En general, se recomienda observar primero si el sobrehueso causa problemas y si no se va por sí solo, porque en realidad los gangliones no son peligrosos, duelen pocas veces y suelen irse tal como llegaron.
Los gangliones se forman cuando se escapa líquido de las articulaciones. El líquido no puede regresar a la articulación y forma un tumor quístico duro.
Para la mayoría de los afectados, el ganglión es un problema más que nada estético. Pero si el abultamiento presiona un nervio o un tendón, puede ser doloroso. A veces dificulta escribir o trabajar con las manos. En esos casos, es necesario hacer algo. Una posibilidad es descargar la articulación con una tablilla. Pero si la molestia persiste y afecta la vida cotidiana de la persona, lo mejor es operar.
De todos modos, se recomienda esperar entre tres y seis meses antes de operarse, porque siempre existe la posibilidad de que el ganglión desaparezca por sí solo. Además, la operación no siempre sirve. En entre el 10 y el 20 por ciento de los casos, el ganglión regresa.
Por otra parte, quien quiera eliminar el ganglión por una cuestión estética debe saber que después de la operación queda una cicatriz. Los métodos menos invasivos, como las punciones, que consisten en extraer el líquido con una aguja, no son del todo recomendables, ya que en general el ganglión vuelve a formarse rápidamente. Además, existe el riesgo de una infección. Si bien las infecciones después de una punción son poco frecuentes, si suceden se corre el riesgo de tener dolores prolongados y una movilidad limitada en la articulación.
En algunos casos, este tipo de gangliones aparecen en personas mayores que sufren de artrosis. En ese caso hay que tratar la artrosis y no el ganglio.
Fuente Deutsche Presse-Agentur GmbH
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