O en otras palabras: en los hombres primero el sexo y después el enamoramiento. Al menos es lo que afirma la psicóloga y doctora en sexualidad y terapia familiar, Nancy Álvarez.
Foto Pablo Corozo
Mientras que las mujeres asocian el afecto con el sexo, para los hombres suele ser lo contrario, de acuerdo con Nancy Álvarez, doctora en sexualidad y más reconocida por ser la exconductora del programa “¿Quién tiene la Razón?”. Cuando al hombre le gusta una mujer, piensa en el sexo con ella y después de esa experiencia puede llegar a enamorarse, “pero de entrada, ellos no dan afecto”, afirma.
En este punto, Álvarez brinda una serie de argumentos que podrían poner en evidencia la sexualidad de muchas parejas, por ejemplo, explica que mientras ellos buscan el contacto sexual directo, la mujer es mucho más sensitiva, ellas se enamoran de un hombre que las respeta, que las escucha y que no las trate como un objeto sexual. “Pero claro, de esto, ellos no saben nada, porque son ¢analfabetas emocionales¢, se les ha enseñado a ocultar sus sentimientos, a que son el sexo fuerte y que no deben llorar”, explica.
Conceptos errados sobre la sexualidad
Desde hace mucho tiempo circuló –y en algunas sociedades aún es así–, la creencia de que el sexo era únicamente para procrear, planteando la existencia de la mujer como un objeto para dar placer al hombre, algo que Álvarez considera como un concepto errado. “Hizo mucho daño, porque no permitió a la mujer explorar su sexualidad”, explicó.
Para profundizar en este concepto hay que destacar algunos estudios que colocan al órgano sexual de la mujer como el más sensible, más allá de su clítoris hay ocho mil fibras sensitivas, mientras que el hombre únicamente cuenta con cuatro mil, explica la doctora. Ellas tienen la capacidad de ser multiorgásmicas. “Nosotras somos las fuertes sexualmente, las que más placer podemos tener”, indica.
Y es aquí donde entra la paradoja de la sexualidad y sentimientos entre hombres y mujeres, ¿Por qué los hombres necesitan una experiencia sexual antes para sentir afecto?, ¿Por qué las mujeres deben sentirse amadas para llegar al placer?, y una más inquietante aún ¿Por qué a algunas les cuesta o se les imposibilita alcanzar el orgasmo?
Nadie se excita sino siente deseo
Álvarez hizo alusión a la fundadora de la primera clínica para trastornos sexuales en Estados Unidos, a Helen Singer Kaplan que concluyó que detrás del orgasmo hay un deseo sexual, un apetito, un instinto, una lujuria de intimidad sexual, sin esta estimulación no hay placer.
Kaplan sugirió tres fases involucradas para llegar al placer sexual: deseo, excitación y orgasmo, la primera tiene mucho que ver con el apetito sexual, la excitación se hace notable cuando hay lubricación vaginal y erección del pene (en esta fase, el hombre expulsa líquido preeyaculatorio que frecuentemente contiene espermatozoides y puede provocar un embarazo) y finalmente, el orgasmo, las contracciones involuntarias que causan el placer.
Y son los juegos sexuales previos -o foreplay como es conocido también- lo que diferencia a hombres y mujeres. El hombre es erótico, busca el contacto sexual directo, mientras que la mujer es más sensitiva, o “mano lenta”, como explica Álvarez, lo que determinará el orgasmo en ellas. “Si no hay excitación, no hay placer”, indica.
