Según la OMS, las vacunas anti-COVID-19 que figuran en su lista de uso en emergencias proporcionan diferentes niveles de protección frente a la infección, enfermedad leve, enfermedad grave, hospitalización y muerte.
Miles de científicos de todo el mundo están investigando para comprender mejor cómo las nuevas mutaciones y variantes del virus afectan a la eficacia de las diferentes vacunas para esta enfermedad.
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En general, las vacunas contra la COVID-19 son muy eficaces para prevenir la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte causadas por todas las variantes actuales del virus.
Son menos eficaces para protegerte contra la infección y la enfermedad leve de lo que eran en el caso de las variantes víricas anteriores; pero si te enfermas después de haber sido vacunado, es más probable que tus síntomas sean leves.
Recuerda que, aunque las vacunas contra la COVID-19 autorizadas por la OMS son sumamente eficaces para reducir el riesgo de contraer enfermedades graves y morir, ninguna vacuna es eficaz al 100%.
Un pequeño porcentaje de personas seguirán enfermando de COVID-19 aunque se hayan vacunado. En la actualidad hay poca información sobre el riesgo de que las personas vacunadas, si están infectadas, transmitan el virus.
Esto hace que sea muy importante seguir practicando medidas sociales y de salud pública, incluso después de haberse vacunado completamente.
Independientemente de la variable, las vacunas disponibles reconocidas por la OMS nos protegen contra:
- La enfermedad severa
- El ingreso hospitalario
- La muerte
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