Las propiedades de la pera pueden enumerarse diciendo que es un alimento diurético, depurativo, laxante, remineralizante, estomáquico, astringente y sedante pero van más allá y aquí te las compartimos.
- Fuente de energía rápida
La mayor parte de sus calorías se encuentran en forma de azúcares, pero debido a la presencia de levulosa es muy bien tolerada por los diabéticos.
- Fácil y rápida digestión cuando está tierna y madura.
Quienes tengan un aparato digestivo delicado, pueden tomarla cocida. Pierde así, no obstante, gran parte de su contenido vitamínico, aunque no los minerales e hidratos de carbono. - Ejerce una suave acción astringente y evita la putrefacción y flatulencias intestinales, típicas por ejemplo de la colitis.
- Favorece la eliminación de ácido úrico a través de la orina.
- Tiene un efecto alcalinizante de la sangre, lo que la hace indicada en dietas depurativas, contribuyendo a neutralizar el exceso de residuos tóxicos propios de una dieta rica en productos de origen animal.
- También está indicada en el caso de exceso de peso. En efecto, cuando se desea eliminar grasa o combatir una retención de líquidos, la pera es un alimento muy conveniente. En primer lugar por su bajo contenido calórico y en segundo lugar por su elevado poder diurético (mayor eliminación de agua a través de la orina).
- Es conocido el efecto hipotensor de la pera por su acción estimulante de la formación de orina, lo cual ha sido científicamente comprobado. Ello se debe a la casi nula presencia de sodio (que retiene agua, aumentando el volumen y la presión de la sangre) y a su elevado contenido en potasio (125 mg por 100 g), con efecto contrario.