La prolactina que se genera durante la lactancia materna podría tener un efecto neuroprotector a largo plazo. Un estudio revela que las mujeres que han amamantado sufren menos deterioro cognitivo.
Los beneficios de la lactancia materna para el bebé están ampliamente demostrados, pero se sabe mucho menos del impacto que tiene en la madre.
Un estudio de la Universidad de California, uno de los pocos que ha analizado los efectos de la lactancia materna sobre la salud de las mujeres a largo plazo, sugiere que puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo.
Los investigadores comprobaron que las mujeres mayores de 50 años que habían amamantado a sus bebés obtenían mejores resultados en pruebas cognitivas en comparación con la mujeres que nunca habían amamantando.
Parece ser que la lactancia materna tendría una acción neuroprotectora una vez pasada la menopausia.
¿Cómo afecta la lactancia a la salud de la mujer?
Los valores de glucosa, presión arterial o colesterol son indicadores de salud en adultos mayores, pero también lo es la memoria. Sin embargo, cuando la salud cognitiva se deteriora a partir de los 50 años, puede ser un predictor de la enfermedad de Alzheimer.
El alzhéimer es la principal causa de demencia y de discapacidad en ancianos, y afecta más a las mujeres que los hombres.
Muchos estudios revelan que las fases de la vida reproductiva de la mujeres (menstruación, embarazo, lactancia materna y menopausia) pueden estar relacionadas con un mayor o menor riesgo de desarrollar enfermedades como la depresión o el cáncer de mama.
Pero son pocos los estudios que han analizado el impacto de la lactancia en la cognición, alertan desde la Universidad de California.
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Detalles del estudio
Para averiguar el vínculo entre dar de mamar y una buena cognición de mayor, los investigadores analizaron los datos de 115 mujeres:
- Todas completaron una batería de pruebas psicológicas que miden el aprendizaje, el retraso en la memoria, el funcionamiento ejecutivo y la velocidad de procesamiento.
- También respondieron un cuestionario sobre su vida reproductiva que incluía preguntas sobre la edad a la que comenzaron a menstruar, el número de embarazos completos e incompletos, el tiempo que amamantaron a cada niño y la edad de la menopausia.
Cabe destacar que ninguna de ellas había sido diagnosticada de demencia ni de trastornos psiquiátricos o neurológicos. Tampoco tomaban fármacos psicoactivos.
Únicamente había un grupo de mujeres (64) que fueron identificadas como deprimidas y el resto (51) como no deprimidas.
Al analizar los datos recopilados, los investigadores comprobaron lo siguiente:
- El 65% de las mujeres no deprimidas informaron haber amamantado, mientras que solo un 44% de las deprimidas habían dado de mamar. Un dato que sugiere que la lactancia protege de la depresión.
- Los resultados de las pruebas cognitivas también revelaron que las que habían amamantado, deprimidas o no, obtuvieron mejores resultados en las cuatro pruebas cognitivas que miden el aprendizaje, el retraso en la memoria, el funcionamiento ejecutivo y el procesamiento en comparación con las mujeres que no amamantaron.
Los investigadores también comprobaron que cuanto más tiempo había amamantado la mujer, mejores eran los resultados de las pruebas cognitivas.
¿Por qué la lactancia es neuroprotectora?
La explicación podría estar en la prolactina. Esta hormona estimula la producción de leche materna y se ha comprobado que tiene un papel neuroprotector de las hembras mientras amamantan.
En estudios realizados con animales, se ha demostrado que regula la neurotransmisión y tiene efectos antiinflamatorios y antiapoptóticos (la apoptosis es el proceso de muerte celular programada).
Estos explicaría por qué la lactancia materna podría tener un efecto protector frente al deterioro cognitivo.