El Día mundial de la Salud Visual se celebra anualmente el segundo jueves de octubre, con el propósito de fomentar la sensibilización mundial hacia la ceguera y la discapacidad visual, y obtener apoyo y compromiso alrededor del mundo para garantizarles a todos el derecho a ver.
Este año, el tema es la salud ocular y el acceso igualitario a la atención de la misma, y se impulsará la iniciativa mundial “Visión 2020: El Derecho a Ver”, creada por la Organización Mundial de la Salud y el Organismo Internacional de Prevención de la Ceguera. En este marco Fudem, por ser el mayor referente nacional en salud visual, considera necesario hacer énfasis en la importancia de cuidar la visión y prevenir las afecciones que pueden causar ceguera.
A nivel mundial, al igual que en El Salvador, la mayor prevalencia de discapacidad visual se observa en las personas mayores de 50 años, aunque la mayoría de las afecciones oculares que afectan a este grupo pueden ser tratadas con facilidad. Las primeras causas de discapacidad visual alrededor del mundo son la catarata y glaucoma, según estudios llevados a cabos internacionalmente en el 2010.
La catarata es la pérdida de la transparencia del cristalino, una lente transparente que existe detrás de la pupila y sirve para el enfoque nítido de los objetos. Por una serie de circunstancias, como infecciones o traumatismos oculares, diabetes, el paso de los años o aún tendencia familiar, el cristalino puede ir perdiendo su transparencia natural y se torna opaca, por lo que la severidad de una catarata dependerá de la disminución de transparencia del cristalino. Los síntomas incluyen pérdida de la visión, molestias con luz intensa y pérdida de todos de color.
El glaucoma o tensión ocular es un aumento de la presión intraocular, que ocurre por falta de drenaje del humor acuoso, que produce lesiones en el nervio óptico y conduce a problemas de la visión, y si no se corrige a tiempo, el aumento de la presión puede afectar el nervio óptico produciendo un deterioro progresivo del campo visual, que podría conducir a la ceguera. El glaucoma puede presentarse con un ángulo abierto o cerrado. En el caso de glaucoma de ángulo abierto, se obstruye el paso del líquido acuoso a través de la pupila hacia la cámara anterior, aumentando la tensión intraocular y la lesión del nervio óptico. En el caso de glaucoma de ángulo cerrado, se cierra el paso del líquido entre el iris y la cornea, aumentante la tensión y la lesión del nervio óptico. Los síntomas incluyen pérdida de la visión lateral o periférica, dolor en el ojo, visión borrosa, nauseas y vómitos, y visión de halos tipo arco iris o moscas centellantes.
Es importante asegurarse que el ojo no padezca de errores de refracción, que ocurren cuando la córnea y el cristalino no centralizan los rayos de luz en la pupila para proyectar una imagen clara. Esto puede conducir a hipermetropía, que dificulta ver objetos de cerca, y miopía, que dificulta ver objetos distantes.
En Fudem se brinda la oportunidad a las personas de tener acceso a un chequeo integral de su visión a través de las áreas de oftalmología, optometría, y sus diferentes subespecialidades, con tecnología de punta para brindar un estudio y diagnóstico eficaz y recomendar el tratamiento eficaz.
FUDEM le invita a visitar el establecimiento más cercano a su residencia, porque además de su sede puede acudir a sus sedes en San Miguel y Soyapango. Para más información o para programar su cita, puede llamar al 2245-4545.
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