Una de las molestias más habituales que sufren nuestros pies es la aparición de hongos en las uñas, una afección conocida como onicomicosis. Estos invaden la uña a través del lecho o la placa ungueal y sus efectos son molestos y antiestéticos, además de causar dolor.
Su aparición está relacionada con diferentes factores, algunos ajenos y otros relacionados con los hábitos personales. Pueden aparecer después de un traumatismo en la uña y pueden estar relacionados con una respuesta inmunitaria deficiente o con una circulación periférica insuficiente; además, aparecen de forma gradual conforme se eleva la edad de la persona. Pero también pueden ser consecuencia de la humedad del pie. Una excesiva sudoración, no secarlos adecuadamente después de la ducha, posibles contagios en vestuarios de piscinas o gimnasios, un exceso de humedad por un calzado que sea muy cerrado o trabajar en ambientes húmedos favorece la aparición de estos molestos inquilinos.
Por ello, existen varias recomendaciones básicas que conviene tener en cuenta:
- Es conveniente llevar un calzado transpirable y amplio, que no oprima los dedos.
- Los calcetines deben ser naturales, es decir, de algodón.
- Es recomendable cambiar de calzado todos los días.
- Mantener las uñas limpias y bien cortadas; y si sospechamos de la infección de hongos o la tenemos confirmada, habrá que lavar estos instrumentos antes y después de su uso.
En todo caso, si detectamos que los hongos han colonizado las uñas de los pies, es recomendable poner remedio cuanto antes. La visita a un podólogo profesional se antoja imprescindible y la aparición del tratamiento con láser ha supuesto un gran avance.
Fuente: heraldo.es