Bailar incrementa la elasticidad, la fuerza y el movimiento.
Estos son algunos de los beneficios que nos brinda la danza ya sea árabe, del vientre u oriental. “Con la danza oriental logramos refinamiento y flexibilidad; por lo tanto los ejercicios físicos y la danza misma ponen el cuerpo al servicio de las emociones, vibraciones y sensaciones, siendo también una forma de comunicación sensorial mediante la cual recibimos directamente a nuestros sentidos un estímulo que nos mueve y nos permite controlar cada parte de nuestro cuerpo”, asegura Zamira, maestra de danza árabe en el país
“Belly dance”, “danza árabe”, también conocida como “danza del vientre”. Su nombre real es “danza oriental”.
Se desconoce un origen exacto, pero algunas teorías plantean que desciende de las danzas del antiguo Egipto. También se plantea que procede de un baile religioso que practicaban las “sacerdotisas” en los antiguos templos.
La danza oriental se ha considerado un baile “folclórico” que se practicaba con una sola bailarina, pero hoy día se realizan hermosas coreografías en grupo.
Esta danza se caracteriza principalmente por la diversidad de movimientos suaves y fluidos que se coordinan con las diferentes partes del cuerpo, lo que la convierte en un arte que requiere de mucha concentración. La región del cuerpo que más se trabaja es el vientre, que siendo la parte central debería ser con la que nos encontramos aún más conectadas, y es por el contrario con la que menos nos identificamos, pues más visibles son las manos, los pies y la cabeza. Por otra parte, el vientre es una de las regiones más “tensas”, esto por cuestiones de actitud a la defensiva y posturas rígidas que evitan relajar esta zona.
Para Zamira esta danza es “una expresión de el alma y espíritu a través de los movimientos corporales, al trabajar el cuerpo lo vamos fundiendo en el alma y engrandecemos nuestro espíritu, tratamos de controlarlo y así transmitir la esencia de nuestra feminidad”.
Beneficios de la Danza
- Se aprende a educar nuestro diafragma para que respiremos correctamente, descargando así nuestros pulmones, ahora cargados de mucha energía.
- Todos nuestros órganos se activan y se ejercitan desde nuestro interior, lo que puede influir de manera positiva en nuestra salud.
- Se aprende a mantener una buena postura para que la columna vertebral ejerza su función, sin lastimarla.
- Los brazos adquieren una dimensión de alas, no sólo por su estética de movimiento sino también por su función de mantener el equilibrio.
- El torso adquiere mayor flexibilidad, lo que permite trabajar nuestro abdomen de manera placentera.
Zamira se ha capacitado con grandes maestros internacionales, es la única en Centroamérica que ha realizado un DVD instruccional y lo ha lanzado a aquellas personas que desean aprender esta práctica desde casa; o bien, asistir a clases, personalizadas, en grupo o privadas.
Con ellas puedes experimentar que la danza árabe no solo es un arte, sino también una cultura, expresada a través del cuerpo y en donde lo único que se necesita son las ganas de “aprender” “recordar” y “disfrutar”.
Muchas gracias por el reportaje, como saben siempre estamos ahi apoyandoles y compartiendo nuestra danza con sus asistentes y lectores, la danza oriental es definitivamente SALUD FISICA, EMOCIONAL Y ESPIRITUAL y para quienes la practicamos concientemente se convierte en un estilo de vida saludable del cual jamas queremos alejarnos, por el contrario, nos atrapa, nos cautiva y nos da placeres que no se encuentran en ningun otro tipo de ejercicios...bendiciones y muchos exitos a Revista Vida Sana.