Se ha comprobado que los padres que juegan con sus hijos hace que estos últimos desarrollen mejor su imaginación, sean más felices y tolerantes; también es necesario para que los niños mejoren su rendimiento académico.
Según los expertos, jugar con los pequeños es muy sencillo y solo gasta entre 5 y 10 minutos y aporta más beneficios que los juguetes costosos que puedes comprarle. Pero, ¿qué más necesitas saber?
Tienes que saber que jugar con tu pequeñín no es un pérdida de tiempo, la sonrisa de tu hijo no tiene precio y fomenta la unión familiar. También es una buena estrategia para mejorar el autoestima de los niños, lo que incrementa su felicidad.
Tu niño, al tener un contacto tan cercano con sus padres, le forma un carácter menos agresivo y elimina sentimientos negativos y mejora sus condiciones socioemocionales como el afecto, la comprensión y la adquisición de reglas sociales y lingüísticas.
Finalmente, a ti como padre y madre te permite conocer más a tu hijo y ver cómo crece. Intenta tener un vínculo muy cercano con ellos porque el crecimiento llegará más rápido de lo que crees y cuando te des cuenta, tus hijos serán grandes y tendrán otras obligaciones. Empieza a ser feliz con tu hijo desde ya.