Los niños suelen divertirse mucho con los juguetes que sus padres les regalan, aprovechan el tiempo libre e intentar hacer uso por completo de su imaginación para poder reir un rato. Llega la noche y cuando todos se quieren ir a dormir hay algo que los detiene: todos los juguetes de los niños han quedado dispersos en toda la casa.
No es un problema que deba inquitarte, pero es necesario que ha medida vaya creciendo, le inculques al niño o la niña la importancia del orden, el aseo y la responsabilidad. “Está bien, juguemos, pero después ordenas tus juguetes”, puede ser una de las indicaciones más sencillas a acatar.
Los padres también deben contribuir en esta tarea. ¿Cómo puede ser ordenado el niño si no tiene el lugar adecuado para guardarlos? Consíguele una caja de plástico o madera y decórenla juntos: esto hará que el niño entienda que es de él, que tiene un uso y debe conservarla. Además, la caja puede ser el último escalón de la diversión y no el inicio de una tarea tediosa.
Coloca la caja en un lugar en donde tu pequeño pueda tener acceso a ella con facilidad, de preferencia en el suelo, porque si la pones en lugares muy altos, corres el riesgo de que por algún movimiento sísmico pueda caer y ocasionar daños o lesiones en alguien de la familia.
Los juguetes que quedan tirados en el suelo, además de dejar una impresión de desorden en nuestra casa, podrían ocasionar accidentes si alguien no se fija y se para en un juguete o pieza, que puede ser muy pequeña.
Procura, en la medida de lo posible, no comprarle juguetes con baterías y si las tienen, que la tapa protectora no se quite con facilidad. Los juguetes con baterías no deben combinarse entre pilas viejas y nuevas, porque estas últimas pueden calentar las viejas y arruinar el aparato.