El ingeniero mexicano Jorge Soto y la doctora griega en biología molecular Fay Christodoulou están desarrollando un sistema de detección temprana del cáncer y enfermedades metabólicas que reduce en "hasta cincuenta veces" el coste de los sistemas actuales.
Este sistema se basa en la detección de diferentes tipos de micro ARN, unos biomarcadores presentes en el mapa genético del ser humano que pueden ser detectados en la sangre, y en el establecimiento de patrones de los mismos, que están asociados a determinados tipos de cáncer o enfermedades metabólicas.
Durante una entrevista con Efe, Soto sostuvo entre sus manos una máquina que tiene el tamaño y la forma de una garrafa de agua de cinco litros y que, según indica, fue realizada con una de las modernas impresoras 3D.
En el interior de la máquina hay unas placas cuadradas de color blanco y una serie de agujeros. "Se trata de una prueba de 96 hoyos en la que en cada uno hay una fórmula química y que básicamente funciona como una trampa en la que se está buscando un micro ARN específico", dijo el mexicano.
Según explicó Christodoulou, de lo que se trata es de detectar qué micro ARN se tiene activo en el cuerpo para establecer un patrón y ver si éste está relacionado con algún tipo de cáncer o de enfermedad metabólica.
Cada hoyo de la placa lleva un nombre asociado y una vez realizada la prueba, los biomarcadores que están activos brillan en un color diferente a los del resto. Esto permite establecer y procesar los diferentes patrones para detectar si sufrimos alguna de esas enfermedades.
"El micro ARN es el biomarcador del futuro. El primero fue descubierto hace unos veinte años y el siguiente tardó mucho en descubrirse. Hasta 2005 no se estableció la relación entre este
biomarcador y determinadas enfermedades y hasta 2008 no sabíamos que lo podíamos encontrar en la sangre humana", resumió la bióloga.
Según explicó Soto, en un estudio de ADN lo que se puede decir es que alguien tiene "un X % de posibilidades de desarrollar cáncer", pero no se sabe si realmente va a "desarrollar la enfermedad".
"Este sistema nos permite monitorizar en tiempo real los micro ARN que tenemos activos en nuestro cuerpo y detectar la enfermedad de forma temprana. No es lo mismo combatir un cáncer con un 7 % de posibilidad de sobrevivir que hacerlo con un 70 %", agregó.
Además de mejorar la detección temprana de este tipo de enfermedades, otro de los beneficios de su proyecto, denominado "MirOculus", es el abaratamiento de los costes.
"Las máquinas que hacen este tipo de estudios son muy, muy, grandes y el más barato cuesta sobre 25.000 dólares, el nuestro reduce los costes en hasta 50 veces", aseguró el mexicano.
El objetivo de estos jóvenes investigadores es lograr que en un futuro cercano, los pacientes puedan hacerse este tipo de pruebas de la forma "más natural" en cualquier centro médico y lograr que el cáncer "no sea una noticia tan mala como ahora".
Actualmente, esta investigación está desarrollando pruebas clínicas en la detección del cáncer de mama en Alemania y hasta el momento han recopilado datos de 200 pacientes.
"Tenemos el oro en las manos", indicó una entusiasmada Christodoulou que, junto con Soto, están participando en la conferencia anual de la TEDGlobal 14, que por estos días se desarrolla en la ciudad brasileña de Río de Janeiro. EFE