Suele suceder que después de cada una de tus comidas, sientes la necesidad de comer algo más, y la mayoría de veces hacemos una mala elección.
Cuando deberíamos comer un poco más liviano y saludable, preferimos comer grasas, harinas o azúcares (frituras, postres o golosinas). Existen también alimentos deliciosos que pueden ayudar a calmar el hambre, y una excelente alternativa son los frutos secos.
Saludables, exquisitos y necesarios para nuestro organismo, los frutos secos (almendras, avellanas, cacahuates, pistachos, etc.) tienen además grandes beneficios; aportan proteínas, energía, minerales, vitaminas, grasas saludables, fibra y son una buena fuente de antioxidantes.
Algunos de sus beneficios
- Por su elevado valor en calcio, son los sustitutos ideales para los lácteos, siendo una excelente alternativa para los que no toleran la lactosa.
- Ayudan a reducir los niveles de colesterol “malo” y aumentar el “bueno”, gracias a su contenido en grasas saludables también llamadas “insaturadas”.
- Son excelentes para disminuir el estrés, la fatiga y el síndrome premenstrual, debido a sus aportes en ácido fólico.
- Gracias a las vitaminas B y E, el cobre, el hierro, el fósforo, el potasio y el selenio, evitan enfermedades como el cáncer (del tipo degenerativo).
Es recomendable consumir los frutos secos sin salar, ni freír ni tostar, es decir, como salen de su cáscara. Un snack de estos será suficiente para estar saludable y disfrutar lo que comes.