Por Javier Alejandro Chavarría
Coordinador Técnico FESAVELA
Sabemos que es importante consumir ocho vasos de agua al día o el equivalente a dos litros por lo menos, pero puede ser que estemos dejando de lado un beneficio que nos otorga este recurso, simplemente porque no sabemos qué hacer o cómo hacer.
Estoy hablando de los deportes acuáticos, estos que vemos que no son nada atractivos o que a veces los podemos ver aburridos, y vamos desde la natación hasta montarse en un velero y navegar hacia otro continente si es posible.
Los deportes acuáticos como la natación, clavados, polo acuático y nado sincronizado van mucho más allá que un simple chapuzón, se invierten horas de entreno que al final nos dejan resultados excepcionales en nuestro cuerpo, como fibras musculares definidas, sistema respiratorio en óptimas condiciones, huesos más resistentes, una circulación más fluida y lo no menos importante, una mente sana y activa gracias al recurso del agua.
Pero qué tal si nos salimos de una piscina y nos trasladamos a un lago, una laguna, la costa, un río o un estero, y dejamos de lado los lentes y la calzoneta para nadar con un poco de bloqueador solar, una gorra, brújula y lentes de sol para desafiar a la naturaleza en un kayak, un velero, una tabla de surf, una de windsurf o una de SUP.
Los deportes considerados extremos y que a la vez son náuticos nos permiten apreciar un poco más la belleza de la naturaleza y a través de ello podemos despejar nuestra mente y utilizar nuestro tiempo libre para practicar cualquier deporte acuático, y aparte de eso, es un perfecto agente antiestrés.