El matrimonio es uno de los pasos más hermosos, pero más difíciles de dar. Se trata de un cambio radical de vida en donde debes dejar de pensar en función de una sola persona, para dar compartir todo con tu pareja y hasta con tus hijos.
Para muchas mujeres, el matrimonio encierra magia y amor, en parte gracias a los finales: “vivieron felices por siempre” que nos enseña Hollywood. Sin embargo, para el matrimonio debes estar consciente de la nueva vida que te espera y deberás estar segura que es un paso que ambos quieren dar.
¿Cómo estar completamente segura de que de verdad me quiero casar con esa persona y que formarán un matrimonio estable? Hay un listado de preguntas que debes hacerle a quien será tu esposo para saber si él guarda los mismos ideales que tú o si deben esperar un poco más porque notas que el noviazgo aún no ha madurado para enfrentar una nueva etapa con más compromiso dentro de su relación.
Pregúntense con franqueza si desean hijos, cuántos desean y si ambos serán capaces de cargar con todo lo que eso implica: desde cambiar pañales hasta colaborar con sus futuros estudios. En ese sentido, deben cuestionarse sobre cómo manejarán sus finanzas y si puede existir el apoyo necesario de la pareja si se diera el caso de una crisis financiera.
Si ambos son de religiones diferentes, esta plática deberá ser mucho más importante porque deben determinar cómo van a orientar a su hijo -si es que lo desean- o qué celebraciones pueden festejar juntos y cuáles no.
Averigua si tus padres le agradan a él o viceversa, no puedes descartar la posibilidad de que los suegros vivan en tu techo.
Déjate de miedos y pregúntale la importancia que tiene el sexo para él o ella y con qué frecuencia esperarían hacerlo. Analicen y valoren si con el paso de los años pueden sentir la misma atracción.
Finalmente, una pregunta que no pueden pasar por alto es cómo se ven en 5 o 10 años. Para muchas parejas es complicado ver la relación de una forma estable y duradera en el tiempo, pero si uno de los dos toma en cuenta a su cónyuge en sus planes, es una buena señal de que ambos quieren lo mismo.
No tengas miedo de sentar a tu futuro esposo y hacerle estas preguntas; lo importante es que ambos se muestren tal cual son: habrán diferencias, desacuerdos y hasta discusiones, pero ante todo debe prevalecer el respeto y la sinceridad.