Se cree que de esta forma les crecerá más rápido y fuerte. Sin embargo, los dermatólogos no recomiendan hacerlo porque no es cierto que el pelo crezca más sano: el pelo en sí es una proteína que no tiene vida propia, pero sí el folículo piloso que lo produce. Por eso, aunque se corte el cabello, el folículo no se altera en lo más mínimo y el pelo que salga seguirá siendo el mismo.
Además, si el bebé es muy pequeño es posible que al cortarle el pelo, le expongas a que pierda calor corporal por la cabecita. Por esa razón, es mejor respetar su cabello, cuyo tipo, color y textura no será definitivo hasta pasado su primer cumpleaños, y vendrá determinado por su herencia genética.
Fuente: padresehijos.com.mx