La autoridades sanitarias de El Salvador anunciaron que elaborarán un "plan nacional" para prevenir la llegada del ébola al país, enfermedad que en África ha causado al menos 961 muertos.
"Esta semana se va a reunir la Comisión Intersectorial de Salud (CISALUD), donde hay más de 40 instituciones, para dar inicio a la elaboración del plan nacional de intervención para esta enfermedad (ébola), para prevenirla", dijo en conferencia de prensa la ministra de Salud, Violeta Menjívar.
El plan, entre otras cosas, pretende educar a la población sobre el ébola y que los servicios de salud "estén debidamente organizados (...) en caso que se dieran casos de esta enfermedad", añadió.
Recordó que, como informó recientemente el viceministro de Salud, Eduardo Espinoza, desde el inicio de este mes las oficinas sanitarias internacionales del Ministerio de Salud salvadoreño han aumentado la vigilancia en los puertos, aeropuertos y fronteras terrestres del país.
La vigilancia se ha "intensificado" más en el aeropuerto internacional monseñor Oscar Arnulfo Romero, unos 44 kilómetros al sur de San Salvador, donde funciona una cámara termográfica que detecta a las personas que se transportan con fiebre, destacó Menjívar.
Sin embargo, la ministra aclaró que El Salvador no tiene vuelos directos con África y no ha restringido los vuelos internacionales que tienen conexiones con países africanos. Asimismo, señaló que el Sistema Nacional de Salud salvadoreño, como medida preventiva, continúa en alerta sanitaria institucional ante la posibilidad de casos de esta enfermedad, pero aclaró que no es declaración de alerta como la que emite la Dirección de Protección Civil frente a fenómenos naturales.
Solo se está "trabajando, preparándonos en el Sistema Nacional de Salud en qué vamos hacer en caso de que apareciera un caso (de ébola); no es de alarmar a la población, aquí no hay ningún caso presente, simple y sencillamente estamos cumpliendo con lo que dice el reglamento sanitario internacional", enfatizó Menjívar.
El brote de ébola se detectó en marzo pasado en Guinea Conakry, de donde se propagó a Sierra Leona, Liberia y Nigeria, y ha infectado, hasta la fecha, a 1.779 personas con 961 fallecidos, al menos 150 de ellos trabajadores sanitarios, según el último recuento de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La enfermedad, que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, causa hemorragias graves y es mortal en el 90 por ciento de los casos.
POR AGENCIA ACAN-EFE