Tener mal aliento es más común de lo que uno se puede imaginar, en algunos casos suele ser insoportable para todos, menos para quien lo padece. La explicación a este hecho radica en que las células nasales capaces de detectar el olor acaban por no responder, por eso, casi siempre es identificado por familiares o personas cercanas al paciente. La halitosis o mal aliento bucal puede indicar el padecimiento de alguna enfermedad en el hígado, los pulmones, o bien trastorno de los senos paranasales, tabaquismo, problemas intestinales o bucales.

Hábitos importantes

Para evitarlo es importante adoptar hábitos de aseo, como cepillarse los dientes, lengua y encías, después de cada comida, utilizar el hilo dental visitar periódicamente al odontólogo, quien realiza una evaluación clínica que consiste en examinar la boca y realizar una entrevista al paciente para determinar sus hábitos y la dieta, lo que permitirá identificar si la fuente de la halitosis está en la cavidad bucal o está relacionada con otro padecimiento de salud.

Un diagnóstico a tiempo

Conocer la causa es el inicio de la solución a este problema. Si es de origen bucal, el médico puede recomendar una rutina de limpieza que podría reforzarse con algunos productos adecuados para las necesidades de cada paciente y que garanticen la eficacia del tratamiento. Recordemos que el factor tiempo juega un papel muy importante cuando se trata de evitar complicaciones. Entre más complicado esté el cuadro de paciente, mayor será el costo del tratamiento que debe proporcionársele para solventar su problema.

Fuente consultada: Dr. Pedro Cedillos, cirujano dental.