Un equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (EEUU) detectó una proteína capaz de inducir la regeneración de células del corazón tras un ataque cardíaco en mamíferos, según un estudio que publicado en la revista Nature.
El grupo liderado por la española Pilar Ruiz-Lozano ha investigado el papel de la proteína FSTL1 en el sistema cardíaco de ratones y cerdos, cuyo corazón, como el del resto de los mamíferos, tiene una capacidad limitada para repararse tras una pérdida sustancial de células musculares (cardiomiocitos).
Los científicos han identificado que esa proteína suele encontrarse en la membrana que recubre las paredes de un corazón sano (epicardio), pero desaparece de esa zona tras un ataque cardíaco.
Esa situación se puede revertir, sin embargo, aplicando un parche que simula el tejido del epicardio y actúa como una fuente de la proteína FSTL1, con lo que se consigue activar la proliferación de cardiomiocitos y se mejora la función cardíaca.
Gracias a ese procedimiento, el equipo de Stanford ha mejorado la tasa de supervivencia tras un infarto en ratones y cerdos, y aspira a comenzar los ensayos de esa técnica en humanos en 2017, según explicó a Efe Ruiz-Lozano.
Hasta ahora, el grueso de la investigación para dar con una terapia regenerativa se ha centrado en el uso de células musculares inmaduras derivadas de células madre.
El grupo de Ruiz-Lozano optó en cambio por investigar las características de la proteína FSTL1, que en estudios previos ya se había revelado como una precursora del desarrollo de diversos órganos.
Esa proteína juega un papel en un amplio abanico de enfermedades, como la artritis, la fibrosis pulmonar y el cáncer, dada su capacidad para activar mecanismos de comunicación celular.
Según en qué órgano se encuentra, la proteína es capaz de provocar respuestas inflamatorias, actuar como un factor de protección celular o bien inducir respuestas inmunes. EFE