Realizar ejercicio, evitar el alcohol y no abusar de la televisión son algunas de las prácticas recomendables para evitarlos.
El 75 por ciento de los problemas cardíacos en mujeres podrían remediarse siguiendo un estilo de vida saludable. Esa ha sido la principal conclusión a la que han llegado los investigadores de la Universidad de Indiana, la Escuela de Salud Pública de Harvard y del Brigham and Women's Hospital tras el desarrollo de un nuevo estudio.
El trabajo, publicado en el Journal of the American College of Cardiology, se basó en el seguimiento de casi 70.000 mujeres durante dos décadas. A lo largo de estos años, 456 de las participantes sufrieron ataques cardíacos y 31.691 fueron diagnosticadas con uno o más factores de riesgo cardiovascular, como diabetes tipo 2, presión arterial alta o colesterol. La edad media al comienzo del estudio fue 37,1 años; 50,3 años para el diagnóstico de enfermedad cardíaca y 46,8 para el diagnóstico con un factor de riesgo.
Los resultados han revelado que el riesgo de infarto es menor en aquellas mujeres que no fuman, mantienen un índice de masa corporal normal, practican alguna actividad física al menos 2,5 horas a la semana, toman como máximo una bebida alcohólica al día, ven menos de siete horas de televisión a la semana y llevan una dieta equilibrada y de calidad.
De este modo, aquellas que cumplieron con los seis hábitos saludables descritos presentaron un riesgo un 92 por ciento menor de ataque al corazón y un 66 por ciento menor de desarrollar un factor de riesgo para enfermedades cardíacas, "se podrían haber evitado tres cuartas partes de los ataques al corazón y casi la mitad de todos los factores de riesgo en las mujeres más jóvenes si todas ellas hubieran seguido estilos de vida saludables", explican los investigadores.
Según Andrea K. Chomistek, autora principal del artículo, aunque la mortalidad por enfermedades del corazón en Estados Unidos ha disminuido en las últimas cuatro décadas, "las féminas de 35 a 44 años no han experimentado la misma reducción". Por ello, "las mujeres deben adoptar estas prácticas, sobre todo si ya están tomando medicamentos para un determinado factor de riesgo como la hipertensión o el colesterol alto, ya que es una manera fácil de prevenir futuros problemas de corazón", concluye la científica.
Fuente Es tu Sanidad.