La parte más frágil del rostro necesita desde temprana edad de cuidados que prolonguen su firmeza y apariencia.
Cuidar del rostro desde la menarquia (primera menstruación), que es cuando se producen los cambios hormonales, le asegura una apariencia diez años menos al llegar a los 30”, afirma Norma Rodríguez, consultora internacional de belleza.
Si bien es cierto, la limpieza de todo el rostro es imprescindible, la piel que rodea al ojo, es la más afectada por el paso del tiempo.
Y es que las proximidades del ojo son los primero en develar los signos de la edad, de ahí el pánico después de los 25 años de edad para empezar a cuidarlas. Jo Baillarge, experta en pieles cansadas recomienda el uso de productos ricos en nutrientes y humectación para esta zona, “lo mejor es aplicar las cremas de adentro hacia fuera, sin marcar demasiado la zona”, aconseja Baillarge.
Los enemigos del contorno del ojo
El sol: Utilice gafas cada vez que haya una exposición al sol.
La risa: Los gestos que hacemos al reírnos se van marcando a medida pasan los años, tampoco es que hay que dejar de reír, lo mejor es humectar esta zona desde mucho antes de que aparezcan las primeras “patas de gallo”, aconseja Rodríguez.
La vista: El esfuerzo en enfocar objetos que casi no vemos, permite que se vayan formando las arrugas en el contorno de los ojos.