Las parejas que viven juntas tienen la posibilidad de compartir buenos momentos, como preparar y comer alimentos hechos en casa, lo que podría significar que pueden ingerir alimentos más saludables, aunque cada persona tiene sus gustos.
Según la nutricionista Ana Cristina Gutiérrez, asesora nutricional de Herbalife, “sentarse a la mesa acompañado es un placer para la mayoría de personas. Los alimentos se ingieren más despacio, se disfrutan más y se saborean las texturas y los sabores”.
No obstante, Gutiérrez reconoce que convivir en pareja también conlleva la combinación de diferentes hábitos alimenticios. Y es que el hecho de funcionar como pareja no significa que comerán lo mismo o les gustará el mismo alimento preparado de la misma forma. Puede que a alguno de los dos le gusten las comidas fritas, con más grasa o comer más postres.
Debido a ello, la nutricionista brinda algunos consejos, como el hecho de priorizar su salud. Es decir, si su pareja tiene malos hábitos “respételos, pero mantenga los suyos”, pues, según Gutiérrez, a largo plazo usted podría ser una influencia positiva para su pareja.
Además, si su esposa cocina con mucho aceite y a usted no le gusta, dígaselo. De igual forma debe hablarlo si es a ella a quien no le gusta cocinar los alimentos con mucho aceite, de esa forma usted no sentirá que le están imponiendo un “régimen alimenticio”, advierte Gutiérrez. Finalmente, la nutricionista señala que al salir a comer fuera de casa deben buscar un restaurante con menús variados para que ambos puedan elegir lo que desean.