El crecimiento y actualización de la tecnología ha ido evolucionando en diversidad de ramas y funciones, que facilitan en múltiples formas la vida de los seres humanos, que han accedido a ellas en diferentes tiempos y edades del progreso de la sociedad, puesto que los seres humanos transforman constantemente el medio en el que viven, así como el medio transforma al ser que se desarrolla en la sociedad.
Cada día aparecen más formas de contacto virtual; que acortan distancias, absorben tiempo y agilizan procesos de comunicación; más formas de entretenimiento a costos más bajos. Y en efecto, la tecnología ha hecho viable que familias que tienen años de no verse, al menos pueda tener un saludo virtual y compartir alegrías por estos medios, que en las organizaciones se reduzcan los costos de la comunicación o que familias opten por entretener a sus hijos en estos espacios.
Pero qué sucede con aquellos que abusan del acceso a la tecnología, descuidando lo que hace al ser humano: la socialización. En los últimos años han realizado estudios e investigaciones que indican que el ser humano es proclive a padecer una psicopatología, una inclinación a una adicción, que afecta la susceptibilidad a perder el control fácilmente y el sujeto ya no es capaz de moderar sus impulsos por tener una disciplina al usar la tecnología.
Actualmente, los adolescentes, jóvenes y adultos se encuentran fascinados por el internet, los videojuegos y los móviles han encontrado y han hecho de ella un excelente medio para sostener las relaciones con quienes les rodean, un medio de aprendizaje, un medio de exploración y conocimientos nuevos, diversión u ocio. El límite se rebasa cuando se pierde la noción del tiempo, cuando se pasa de forma pasiva y por tiempo prolongado frente a uno de los instrumentos que brinda la tecnología.
Se descuidan horarios de alimentación y sueño, o se degenera la percepción y autoestima que la persona tiene de sí mismo por la influencia de lo que se observa en otras personas conocidas o desconocidas concerniente a modas o estilos de vida. A este punto, el uso de la tecnología se convierte en un uso descuidado y sin control, que promueve o genera malestares o descompensaciones en el área emocional, social, individual, o financiera.
Guissell López
Psicóloga