Hay quienes van muchas veces a miccionar al baño y otros que no. La frecuencia con la que la gente va es muy diferente de uno a otro. Hay personas que van por la mañana, algunas durante todo el día y otros con peor suerte que deben levantarse durante la noche para hacerlo. Algunas preguntas sobre ir al servicio que quizás nunca te has atrevido a preguntar ahora han sido respondidas por Franceso Montorsi, director de la Unidad de Urología del Hospital San Raffaele en Milán.
La mayoría orina de cuatro a siete veces, pero en realidad no hay un número "correcto". Cuánto se va está influenciado por muchos factores, no solo por la cantidad de líquidos que tomes sino también el tip. Por ejemplo, la cafeína y el alcohol son irritantes para la vejiga, tanto que el estímulo es más fuerte.
"Hay pacientes con un síndrome conocido como "vejiga hiperactiva" que se caracteriza por la presencia de contracciones involuntarias de los músculos y que a su vez obligan a los pacientes (afecta más a mujeres que a hombres) a correr al baño para orinar, explica el profesor. En algunos casos, estas crisis son tan fuertes que la persona no llega a tiempo y tiene episodios de 'incontinencia urgente' real. Para aquellos que presentan este diagnóstico, hay dos categorías amplias de medicamentos que pueden ayudar mucho, incluso si tienen la limitación de tener que tomarlos siempre y no solo cuando sea necesario".
Sensibilidad
Esta también juega un papel muy importante. Algunas personas tienen que ir a miccionar con la menor estimulación mientras que otras no sienten la necesidad hasta que está completamente llena.
El color de la orina dice mucho sobre ti. ¿Estás bien hidratado? ¿Sufres alguna enfermedad?
"Independientemente del sexo, si tienes necesidad de orinar muchas veces de manera excesiva y molesta, es necesario que vayas a un especialista para excluir que la causa sea cáncer u otros problemas severos", asegura Montorsi. Sin embargo, es cierto que hay pacientes, casi siempre con cierta ansiedad crónica, que responden más a estímulos externos y que pueden provocar la necesidad de ir al baño. Por lo general, el cambio en la temperatura caliente y fría, la ingesta de bebidas como el té, el café y las bebidas gaseosas, un trabajo particular o el estrés personal. "Algunas de estas mejoran con terapias de comportamiento apropiadas, pero la mayoría aprende a vivir con el problema", añade.
Entrenamiento
Cuanto más se llena la vejiga con la orina, más se activan los mecanismos musculares de la continencia. Entonces, una persona normal que bebe dos litros de agua al día (el volumen mínimo requerido) debería ir al baño, en principio, cada 4 horas.
"Ten cuidado de no aguantarte demasiado. Mantener el pis mucho tiempo (por ejemplo, solo hacerlo por la mañana y por la noche) casi siempre implica que se llene excesivamente y que los músculos puedan tener dificultades para continuar trabajando en el momento adecuado. Incluso si no quieres ir, es bueno intentarlo al menos en esa frecuencia y comprobar que has bebido lo suficiente".
¿Puedes beber más?
Cuando aumentamos significativamente la ingesta diaria de agua la frecuencia de visitas al baño también suele ser mayor. El número de micciones está obviamente relacionado con la cantidad que tomas, es lógico. En una persona sana, beber mucho cumplirá más o menos la regla de la micción cada cuatro horas. Si luego te levantas una vez por la noche, ciertamente puedes disminuir la cantidad que tomas a partir de las 17:00.
El número de veces que debe orinar una persona sana es de una cada cuatro horas, pero puede variar
"En una persona sana, no orinar durante mucho tiempo puede dañar la función de la pared de la vejiga", explica Montorsi. El riesgo de padecer infecciones aparece en las personas que no la vacían completamente, independientemente del llenado inicial. Esto ocurre en hombres con una próstata agrandada y obstructiva". Además, hay niños que lo hacen muy pocas veces porque están jugando y se olvidan de beber. El pediatra será quien evalúe su correcta hidratación y sugiera la cantidad necesaria ", concluye.
"Despertarse muchas veces por la noche para orinar es un fenómeno masculino y se correlaciona con una prostatis", explica. Ante este problema es bueno acudir a un urólogo. Ciertamente, los hábitos alimenticios como beber por la noche pueden desempeñar un papel importante y algunos pacientes solo tienen trastornos del sueño. En particular, muchos obesos desarrollan un síndrome de apnea que los obliga a despertarse con frecuencia y deben ser atendidos por un especialista.
Depende del color
"El pipí debe ser de un color amarillo muy claro, pero es tan sensible que los cambios dietéticos ligeros son suficientes para influir en él", asegura el experto. "Es cierto que si te das cuenta de que es muy oscuro significa que estás bebiendo muy poco. Si notas que se vuelve roja es imperativo de que te vea inmediatamente tu médico o especialista en urología", añade.
La vejiga hiperactiva es un síndrome que obliga a los pacientes (afecta más a mujeres que a hombres) a correr al baño para orinar
¿Es espumosa? Se debe a la presencia de proteínas. La proteinuria debe ser siempre estudiada porque si no se debe a un exceso de este nutriente en la dieta, puede tratarse de un problema renal. Si huele es posible que sea por algún alimento como el espárrago o el café, pero también por una infección. Si es turbia puede deberse a cálculos en la vía urinaria, pero lo más frecuente es que se acompañe de un fuerte hedor y de ganas de ir muchas veces.
Si es demasiado amarilla o anaranjada, acude a tu médico si no has comido zanahora o remolacha porque puede ser un problema de hígado. Además, algunas bacterias que producen infecciones de orina también pueden dar este color.