Se trata de un momento muy esperado por toda futura mamá, pero a menudo desconocemos cuántos ultrasonidos nos harán. Normalmente, son necesarias tres ecografías a lo largo del embarazo, aunque en algunos casos pueda ser necesario realizar alguna más.
Recordemos que las ecografías permiten ver la imagen del interior del útero gracias a la conversión de las ondas de sonido de alta frecuencia que rebotan en él. Hoy en día las exploraciones mediante ecografía son rutinarias para las mujeres embarazadas en nuestro entorno. Pero veamos por qué son recomendables tres en el embarazo.
Las ecografías se realizan a la mujer embarazada para ver la evolución de las estructuras embrionarias y fetales a lo largo de la gestación. Además, permiten valorar la edad de gestación, la situación de la placenta y el número de fetos.
Las exploraciones realizadas en las primeras semanas producen imágenes más claras cuando la mujer tiene la vejiga llena y cuanta menos grasa abdominal haya, mejor (por eso la obesidad puede favorecer que pasen desapercibidas malformaciones fetales). El profesional médico colocará un aceite o gel en el abdomen para favorecer el recorrido del transductor.
El transductor con cristales de cuarzo estimulados por corriente eléctrica emite las ondas sonoras. Estas ondas viajan hacia el útero y regresan rebotadas, "dibujando" lo que han encontrado en su interior en la pantalla. La mayoría de clínicas imprimen esa imagen para que los padres puedan tener un recuerdo.
Normalmente se pueden apreciar bien las partes del feto. En la pantalla (y el papel) pueden distinguirse huesos y otras estructuras densas en blanco o grises claros, mientras que tejidos blandos y órganos como corazón, riñones... aparecen en tonos grises.
En un embarazo normal deben realizarse tres ecografías, pero no pueden hacerse en cualquier momento de la gestación. Es importante que se realicen en las semanas adecuadas. Veamos cuándo y para qué se realizan las tres ecografías rutinarias en el embarazo.
Tres ecografías en el embarazo
La primera ecografía se realiza en las semanas 11–13 y sirve para ver la situación de la placenta, el número de fetos y el pliegue nucal (test combinado del primer trimestre). La primera ecografía también se llama "de determinación de fecha" porque puede revelar la edad gestacional. Las sociedades profesionales ginecológicas recomiendan la primera ecografía a partir de la semana 12 desde la última regla y una ecografía anterior (normalmente transvaginal) es de utilidad o conveniencia dudosa.
La segunda ecografía se realiza en la semana 18–20 para ver la formación de órganos y posibles anomalías de desarrollo. Aquí se suelen ver claramente los genitales y si lo desea (y "se deja ver") ya pueden conocer el sexo del bebé.
Finalmente, la tercera ecografía se hace entre la semana 33–34 para valorar el crecimiento fetal o detectar una malformación tardía (estas se suelen manifestar en el anterior ultrasonido). Después de esta ecografía, lo que nos recomendarán cuando se acerque la fecha prevista de parto son los monitores.
Un mayor número de ecografías en el embarazo normal no mejora los resultados e incluso cada vez hay más dudas acerca de la conveniencia de hacer más de estos tres ultrasonidos. Hace pocos días vimos que la FDA americana ha advertido sobre el uso de ultrasonidos y monitores fetales por razones no médicas. Entonces, hay que realizarlas cuando verdaderamente sea necesario y no por capricho o por placer, por "ver" al bebé en cualquier momento.
Cuando sí se piden y son necesarias exploraciones adicionales es tras el diagnóstico de una malformación fetal o de determinados riesgos para el embarazo, hemorragias... Se trata de un duro trance que preocupa a los padres, pero en estos casos el ultrasonido se convierte en una herramienta fundamental para velar por la salud de la madre y valorar la posibilidad de que el feto salga adelante.
Cuando todo va bien, el momento de hacerse la ecografía es muy emocionante y uno de los que más padres comparten con las mujeres. Se trata de una oportunidad única para vivir juntos el momento en que se ve al feto por primera vez.
Si no entiendes bien lo que se ve en la pantalla no es que sean malos padres, a veces es realmente un cuadro abstracto... pídanle al ginecólogo que les haga la "interpretación" correcta y así podrán volver a mirar a su hijo y reconocerlo cuando quieran, hasta que finalmente esté en tus brazos.
Ya sabemos cuántas ecografías son necesarias en el embarazo. Ahora tan solo queda escoger cuál o cuáles de esas imágenes impresas llevaremos encima para enseñárselas a todo aquel dispuesto a ver a nuestro futuro bebé...
Fuente: bebesymas.com