Existen diversas técnicas para construirlos paso a paso, sin embargo, para la correcta construcción de los mismos es necesario conocer con exactitud cada elemento de la instalación y cada posible problema que pueda surgir en su ejecución.
Para los jardines verticales siempre se aconseja los sistemas basados en paneles, geomallas, o en macetas superpuestas para la construcción de jardines verticales, ya que su estética final resulta muy artificial en un entorno en el que la naturalidad es un factor indispensable. A través de una serie de conocimientos básicos, y tras varios ensayos y errores, aprender a hacerlos se convertirá en una tarea sencilla.
Sistemas para hacer un jardín vertical paso a paso
La construcción de este tipo de jardines está basada en la capacidad natural de las plantas para sobrevivir de forma suspendida. Por este motivo, las plantas que se utilizan no son en ningún caso, difíciles de encontrar.
Por tanto, a la hora de construirlos, se deberá analizar primero la manera en la que las plantas que conformarán nuestro jardín encuentren un soporte mecánico que les ofrezca las condiciones óptimas de supervivencia y un aporte nutritivo correcto. De esta manera se garantizará que puedan vivir en esta posición estresante y no sólo desarrollarse, sino tener mejor aspecto que las que viven en el suelo.
Algunos de los aspectos que debemos tener en cuenta en su construcción son:
1. El diseño del jardín
Lo primero que debes hacer para crear tu propio jardín vertical es pensar en el diseño que va a tener. ¿Quieres un jardín monocromático en tonos verdes o prefieres que tenga diferentes colores? ¿Quieres plantas que no sobresalgan mucho o prefieres más un trozo de selva en casa?
Dependiendo de estos factores deberás pensar qué plantas vas a utilizar y cómo distribuirlas en tu jardín vertical. Para ello deberás considerar factores como si el jardín va a recibir sol directo o va a estar a la sombra, si va a ser interior o exterior, o las temperaturas a las que va a estar expuesto.
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2. Sustrato y herramientas
Actualmente existen muchas opciones para la construcción de jardines verticales, siempre que hablemos de pequeños jardines verticales domésticos. Antes de comenzar la ejecución de tu jardín vertical consigue información sobre las diferentes opciones de sustrato que existen (hidropónico, con tierra, mixto…), de sus ventajas y sus inconvenientes y escoge el que mejor se adapte a tus necesidades.
3. Riego
Tras haber instalado el soporte y el sustrato en el lugar donde vas a emplazar el jardín vertical, el siguiente paso es la instalación del sistema de riego. Dependiendo del tipo de sustrato que has escogido para tu proyecto necesitarás un sistema más complejo o más simple. Si, por ejemplo, has elegido un sistema modular con tierra, únicamente necesitarás un sistema de riego por goteo.
Si tienes alguna duda en este aspecto la mejor opción es recurrir a un profesional de tu zona, ahorrarás tiempo y dinero.
4. Por último, las plantas
Una vez tu pequeño jardín vertical está montado, tiene el riego en funcionamiento y has comprobado que todo funciona correctamente es el momento de incorporar las plantas. Sigue el diseño que has realizado y coloca cada planta en el mejor lugar para ella. Asegúrate de que todas reciben los niveles de luz y humedad adecuados, puesto que el exceso o el defecto de alguno de ellos podría convertir tu jardín vertical en un muro seco
Los jardines verticales, un regalo de la naturaleza
Los jardines verticales existen de forma inherente en la propia naturaleza, puesto que las plantas se desarrollan perfectamente en barrancos y acantilados, siempre y cuando cuenten con las condiciones óptimas para su desarrollo. La construcción de estos busca emular esta capacidad natural de las plantas, por lo que es necesario contar con un conjunto de conocimientos de botánica, ingeniería e hidroponía, que como toda ciencia o arte, requiere de años de experiencia, prueba, ensayo y error hasta dar con las claves para saber cómo hacerlos.