La frase más común que hacemos es: ¿te sientes bien? Al hacerlo, no mostramos empatía sino que generamos un ambiente de lástima al estar junto al paciente.
En ocasiones olvidamos que las personas que están padeciendo de cáncer necesitan palabras de ánimo y apoyo de quienes las rodean. Por otra parte, confundimos empatía con lástima y hacemos comentarios fuera de lugar.
Del tema nos habla la Dra. Margarita Burgos, psiquiatra y psicóloga, ella nos dice que es recomendable preguntar menos y escuchar más.
Evita los siguientes temas, (aunque creas que necesitas saberlo)
- Conocer su diagnóstico: no se debe preguntar el tiempo que le queda de vida.
- Si van a dejar un testamento o a quién le dejará sus cosas.
- Sugerirle que deje todas sus cosas en orden.
- Se sugiere que existan menos intercambios de preguntas y dejar que el paciente se exprese.
AMANDO, APOYANDO Y CUIDANDO AL PACIENTE CON CÁNCER
¿Es correcto cuestionar sobre la mortalidad del paciente? ¿Cómo puede afectar al paciente?
Si no es necesario no y menos con menor confianza. Si el paciente saca el tema, hay que dejar que se exprese y seguir la conversación sin tratar de dirigirla.
¿Crear tipo de presión como recomendar doctores o tratamientos sin conocer el diagnóstico es aceptable?
Nunca y menos para las amistades menos allegadas. Esta parte es para parientes muy cercanos, por ejemplo, el esposo o cuando siempre que la paciente sienta temor de acudir al médico por miedo a “un mal pronóstico”, lo cual suele pasar a menudo.
Puede ser difícil enterarse que un ser amado sea diagnosticado con cáncer. Lo importante es evitar crear un ambiente de estrés y tensión para la paciente.
¿Qué opina cuando alguien se convierte en un ente de desánimo? Si esta persona se siente abrumada ¿cómo debe actuar?
Debe acudir a un terapeuta , tanto si es el o la paciente, como un familiar. Si es una amistad que llega a visitar al enfermo, prohibir esa visita. El desánimo enferma más y limita la capacidad de recuperación y aceptación de tratamientos.
En resumen, no debemos agregarle presión extra a la paciente diagnosticada con cáncer, pues al cuestionarle sobre su diagnóstico, no le permitimos que esta continúe hablando con libertad de lo que desea, toda su vida se resume en un círculo vicioso en el que el tema central de conversación debe ser su enfermedad.
“En general hay que tratar de hablar de todo, reír, llorar por ratos, pero sobre todo mantener la naturalidad y ver a la persona como alguien más. Animarla a que se vea bien, pasear, viajar, etc.”, finalizó Burgos.
Fuente: Dra. Margarita Burgos, Psiquiatra y psicóloga
Pagina Web: dramendozaburgos.com