La edad de aparición de las mentiras con intención específica, según muchos especialistas giran en torno a los siete años, aunque hay otros muchos que defienden que puede aparecer entre los 3 y los 6 años.
Las causas más frecuentes de las mentiras infantiles son:
- El miedo a que les castiguen: es una de las principales razones que les lleva a mentir.
- Llamar la atención: cuando se sienten desatendidos, pueden falsear problemas con el hermano, el que les duela algo, etc.
- Frustración: cuando se sienten frustrados por algo, pueden precisamente ir contando lo contrario.
- Por imitación: si lo ven en los adultos que lo rodean, pueden entenderlo como una práctica válida, por lo que lo primero será darles un buen ejemplo y no mentirles a ellos.
Recuerda que debes estar muy pendiente del comportamiento de tu hijo ya que una mentira puede llevar a muchas más y, si no se corrige esa conducta, el niño puede llegar a ser un mentiroso.
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¿Cómo puedes evitar que esto suceda?
Noches de cuentos con moraleja
La lectura de cuentos con moralejas facilita el aprendizaje de una lección por parte de un niño. Por eso, leerle cuentos que dejen una enseñanza sobre las consecuencias de mentir hará que tu hijo comprenda de forma sencilla el mensaje "no debes mentir".
Aprender a diferenciar el bien y el mal
Explicarle a tu hijo qué está bien para papá y mamá y qué está mal, le permitirá diferenciar los comportamientos que la familia aprueba y desaprueba. En este sentido, es muy importante que también le expliques que algunas conductas que son buenas y malas en casa también lo son en la escuela, en casa de sus amigos, y por todas las personas. Por ejemplo, puedes explicarle que mentir es algo que no está bien visto en la sociedad.
Anímalo a decir siempre la verdad
Es muy importante que tu hijo sienta confianza contigo para decirte siempre la verdad aun cuando pueda entristecerte. Explícale que una verdad, por más triste que sea, duele menos que sentirse engañado cuando se descubre una mentira.
Regla de oro para ti: no mentir
Si tu hijo te ve a ti mentir, por ejemplo cuando alguien te llama por teléfono y tú le pides que diga que no estás, aprenderá que la mentira se puede usar como excusa. Si tú no mientes nunca, no tendrás que cuidarte de no mentir delante de tu hijo, ¿verdad? Y eso es más fácil de hacer que andar cuidándote de que no te oiga decir una mentira.
No recrimines una mentira
Si descubres una mentira de tu hijo, mantén la calma, pues puedes provocar que tu hijo se asuste y en un futuro esconda sus mentiras por miedo a tu reacción. Pregúntale por qué prefirió esconder la verdad y háblale de las consecuencias que generó esa mentira.
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Fuente: IMujer y Psicoglobalia