Recordemos que como todo en la vida, cualquier exceso siempre suele ser negativo, en el caso de la Tanorexia, la obsesión por tener una piel bronceada puede provocar efectos colaterales a la salud, así como causar un trastorno psicológico severo. Esto se debe a que la obsesión enfermiza de lucir una piel en extremo morena solo es una muestra de la inseguridad y falta de carácter que tiene la persona, ya que necesita cumplir con un estereotipo de belleza para ser aceptada y encajar en la sociedad.
Además de los trastornos mentales que la Tanorexia produce también sobresalen las consecuencias físicas que se presentan a largo plazo, una de las más nocivas es el cáncer de piel, que se da como resultado de la continua exposición a los rayos ultravioleta producidos por las cámaras de bronceado, y por los rayos naturales del sol entre las 10 de la mañana y tres de la tarde. A pesar de esto, muchas personas que están obsesionadas con una piel cada vez más bronceada, están acostumbradas a tomar "baños de sol" por largas jornadas sin importar las quemaduras que causa esta práctica, el envejecimiento prematuro y aparición de manchas.
Una de las razones por las que este trastorno se arraiga tanto en las personas consiste en que las sesiones de bronceado de las cámaras artificiales desencadenan la producción de endorfinas, sustancias químicas que produce el cerebro y que tienen un efecto de euforia y bienestar en el cuerpo. En este sentido, se considera que para algunos Tanorexicos, perder una sesión de bronceado equivale a sufrir los síntomas de abstinencia que experimentan los adictos a drogas y estupefacientes.
Como en cualquier otra adicción otro aspecto importante es el factor económico, ya que las personas suelen gastar cientos de dólares en cámaras de bronceado, debido a que se someten a tratamientos de bronceado de forma simultánea en diferentes lugares para lograr mantener el color en la piel. Es decir, que si en una clínica de bronceado solo se puede administrar una sesión de tres minutos a la semana, los Tanorexicos acuden a varias clínicas con tal de recibir más sesiones a la semana de las recomendadas.
Identifique el problema
A pesar de que las adicciones de belleza se le atribuyen al sexo femenino, en este caso, los hombres también pueden ser víctimas de la Tanorexia. Algunos de los indicadores que hay que tomar en cuenta para saber si una persona vive con este padecimiento son:
-Incapacidad de tener un límite
-Pérdida de apetito.
-Ansiedad y frustración al no conseguir el bronceado perfecto o al perder una sesión de bronceado.
-Estados depresivos.
-Color cada vez más moreno en la piel.
-Enfermedades de la piel que no mejoran.
-Imposibilidad de notar el aumento de color en la piel.
-Imposibilidad de reconocer que sufren de un trastorno de la imagen.
Finalmente, les puedo decir que cuando la búsqueda del bronceado perfecto se convierte en una obsesión y afecta el autoestima, la interacción social y sobre todo distorsiona la apariencia que se tiene de uno mismo; es importante buscar ayuda psicológica, ya que la Tanorexia es un problema de inseguridad (por lo general acompañado de problemas de salud) que afecta en un inicio la estabilidad mental del que la padece.
Por Bárbara Folgar