¿Caminas descalzo en casa? ¿O te pones zapatos o sandalias? Se podría afirmar que con el paso del tiempo se ha perdido el hábito de caminar descalzos en nuestros hogares debido, entre otros motivos, a que el calzado nos protege del impacto con el suelo, de dañarnos la piel, de la suciedad, del frío, etc. Pero, caminar descalzo tiene algunas ventajas que no conocías, según la podóloga, Ana Carbó.
Ventajas de caminar descalzo
- Estimula los músculos del pie
Caminar descalzos en casa es recomendable ya que evitamos la presión que suele provocar el calzado y la humedad que se genera en el pie. Este hábito permitirá estimular y trabajar aquellos músculos que se encuentran anulados o atrofiados ante el uso continuo del zapato.
- Libera estrés
En el pie existen muchas terminaciones nerviosas y es muy recomendable que nuestra planta tenga contacto directo con el suelo para liberar el estrés, fortaleciendo el sistema nervioso. La planta del pie no debe estar aislada continuamente por una suela de zapato, ya que lo ideal sería tener esa conexión diaria planta del pie – tierra. No obstante, si no tenemos esa posibilidad está bien que lo hagamos en casa.
- Desarrollo cognitivo de los bebés
Si hablamos de los más pequeños, se puede afirmar que caminar descalzo en los primeros meses de vida es muy importante para el desarrollo cognitivo de los niños. A través de los pies captan la información del mundo exterior. Por ello, es aconsejable dejarlos andar descalzos por diferentes superficies y no cubrirles el pie durante todo el día.
- Elimina la tensión muscular de los pies de las personas mayores
Para las personas mayores, caminar descalzos también es beneficioso ya que se puede reducir o eliminar la tensión de los músculos del pie generada tras pasar horas sentados.
- Mejora la circulación sanguínea
Ir sin zapatos mejora la circulación sanguínea al estar los músculos en contacto con diferentes superficies como césped, tierra, etc.
Evita andar descalzo en espacios públicos
Caminar descalzo en nuestra casa o en algunas superficies como puede ser la arena de la playa o el césped es positivo para nuestra salud podológica. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay que proteger nuestros pies en espacios públicos, sobre todo, en instalaciones deportivas como gimnasios, vestidores o piscinas. En sitios como estos se recomienda utilizar sandalias para evitar el contagio de hongos, papilomas o cualquier infección que se contrae con el simple contacto.
¡Hidrátate!
Caminar descalzo tiene muchos beneficios pero también se debe prestar atención a otros aspectos para evitar posibles problemas. Dos de ellos son la higiene y la hidratación. Al caminar sin zapatos, estamos en contacto directo con el suelo y, por ende, con suciedad y gérmenes. Por ello, es muy importante seguir una rutina de limpieza diaria. Destacar que será esencial una buena hidratación ya que cabe la posibilidad de que se resequen y deshidraten. Para ello, recomendamos el uso de cremas podológicas específicas.