Mediante estudios se han desarrollado células genéticamente corregidas que pueden ser efectivas para reparar lesiones o enfermedades como la hepatitis. La noticia fue publicado esta semana en la revista especializada American Association for the Advancement of Science.
Una nueva técnica genética para generar células sanas avanza de forma positiva en la búsqueda de la cura para la hepatitis B, una enfermedad que se trata de la inflamación del hígado y es provocada en la mayoría de los casos por una infección vírica.
Con los estudios se busca superar las dificultades con las que se enfrenta la genética en estos momentos, sin embargo el ensayo clínico se ha realizado a ratones con enfermedades de hígado y el resultado ha sido satisfactorio para los investigadores.
La investigación fue desarrollada por científicos de la Universidad de Portland (Oregón), de la Escuela de Medicina de Stanford (California) y de la Facultad de Medicina en Houston (Texas).
A nivel mundial más de 240 millones de personas conviven con el virus de la hepatitis B y dos terceras partes de ellos nunca han sido diagnosticados, por lo que corren el peligro de desarrollar cirrosis o cáncer de hígado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las células genéticamente corregidas para emplazar en el hígado, tienen la capacidad de regenerarse y dar lugar a un mayor número de células. De esta forma producirán cantidades de los llamados transgenes terapéuticos, es decir, genes creados con fines médicos ya que el objetivo último de estas nuevas células es que combatan enfermedades y lesiones.
Hasta la fecha, los esfuerzos para la modificación y la transmisión de células genéticamente modificadas requerían la inserción de un gran número de células, la mayor parte de las cuales no sobrevivían y mucho menos se regeneraban o reproducían.
Con el avance científico se espera aplicar el descubrimiento en recién nacidos, por que son un sector de riesgo, debido a que las mujeres embarazadas que tiene el virus lo pueden transmitir a su hijo, por esta razón la OMS impulsa campañas de vacunación durante las primeras 24 horas a los recién nacidos.