Cada dos minutos y medio muere un niño en el mundo debido a los problemas de salud pública que genera la falta de retretes, lo que obliga a millones de personas a defecar al aire libre, alertó el subsecretario general de Naciones Unidas, Jan Eliasson.
La falta de retretes a veces no se percibe como un problema, pero tiene un "terrible impacto en la salud", añadió Eliasson en el lanzamiento en la sede de Naciones Unidas de una campaña sanitaria para que todo el mundo tenga y use este tipo de instalaciones.
En la actualidad, mil millones de personas, o lo que es lo mismo un 15 % de la población mundial, se ven obligados a defecar al aire libre.
Sin embargo, si se consiguiera acabar con esta práctica, las muertes por casos de diarrea en niños menores de cinco años disminuirían un 36 % respecto a la cifra actual, subrayó Eliasson.
Las muertes, enfermedades y la pérdida de productividad implican un coste de 260,000 millones de dólares por año, según los datos que dio a conocer Eliasson durante la conferencia.
"Por eso ahora es el momento para hablar de forma abierta sobre la defecación al aire libre y conseguir que este problema termine", añadió el responsable de Naciones Unidas al explicar que la campaña sanitaria persigue "romper el silencio" y el "embarazo y bochorno" que aún existe sobre este tema.
Aunque el fin de la defecación al aire libre puede parecer algo sin importancia, es una cuestión muy importante ya que puede hacer disminuir la mortalidad infantil y de jóvenes, mejorar la salud general, la educación y la productividad mediante un proyecto "concreto y específico", subrayó Eliasson.
Uno de los objetivos claves de esta campaña que se lanza hoy es "romper el silencio" que aún existe respecto a este tema y apoyarse en líderes comunitarios y políticos a "nivel local" para que conozcan el problema, sean conscientes del mismo.
Mark Neo, representante permanente adjunto de Singapur ante Naciones Unidas, subrayó por su parte que "la falta de información y los tabúes" respecto a este tema tienen terribles consecuencias que apenas se conocen debido al "silencio" que aún existe en el tema de la defecación.
"Por ejemplo, cada vez que una mujer defeca al aire libre es susceptible de ser asaltada sexualmente mientras otras niñas en la edad de la adolescencia abandonan el colegio al no tener un baño al que acudir cuando les llega la menstruación", subrayó Neo.
También insistió en que si bien en las últimas décadas el número de personas sin letrinas o inodoros ha bajado en todo el mundo, "aún queda mucho por hacer". EFE