El portero italiano de 40 años, Gianluigi Buffon, confesó en una entrevista con Vanity Fair que sufrió de depresión cuando jugaba en la Juventus.
"Durante algunos meses, todo paró de tener sentido, parecía que todos preguntaban por Buffon pero nadie quería saber de Gianluigi, fue una época muy difícil", recordó el guardameta, los malos momentos que atravesó en una de las etapas más duras de su vida.
También atravesó ataques de pánico. "Tenía 25 años y estaba en el punto más alto de mi carrera, pero un día antes de un partido en la Serie A, fui a Ivano Bordon (entrenador de los porteros) y le dije: 'Ivano, pide a Chimenti que se caliente y juegue, no me siento capaz de hacerlo". Había sufrido un ataque de pánico", recordó.
Buffon también explicó cómo logró superar esta mala época: "Tuve la capacidad de percibir que estaba en una encrucijada entre desistir o lidiar con una debilidad que todos tenemos. Nunca tuve miedo de mostrar mis emociones, de llorar. No debemos tener vergüenza de hacerlo hacer".
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Para superarlo el guardameta confesó que fue clave hablar con otros de su problema. "Si no hubiera compartido esa experiencia, esa niebla, esa confusión con otras personas tal vez no habría salido. Tuve la lucidez de entender que ese momento era decisivo para elegir entre renunciar o enfrentar esas inseguridades que tenemos todos. Nunca más tuve miedo de mostrarlas ni de llorar, algo que me pasa y que no me avergüenza en absoluto", remarcó.
La depresión apareció en su vida hace 15 años, justo antes de consagrarse campeón del mundo con Italia en el Mundial de Alemania 2006.
El 13 de enero se conmemora el Día mundial contra la Depresión, para concienciar sobre esta enfermedad a la sociedad. Lejos de ser tan solo momentos de tristeza, la depresión es uno de los problemas del siglo XXI, y en los últimos años ha ido en aumento.
Se estima que en todo el mundo unos 300 millones de personas pueden sufrir depresión. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2020 esta enfermedad podría ser la segunda causa de discapacidad a nivel mundial.
Puede causar deseos de aislamiento y también estados de ansiedad. Algunos de los síntomas además de la tristeza, son la perdida de apetito y sueño, la falta de interés por cosas que antes nos gustaban y cansancio.
Esta enfermedad puede afectar a cualquier persona. No hay rangos específicos de edad o condición.