Ahora existe una solución más segura para quienes padecen de enfermedades cerebrales como tumores, y es que Cleveland Clinic Florida, una de las instituciones médicas estadounidenses más avanzadas en la realización de cirugías cerebrales, creó recientemente el Programa Multidisciplinario de Cirugía Mínimamente Invasiva de la Base del Cráneo y Pituitaria.
Este programa da la posibilidad de realizarse tratamientos avanzados no solo a los pacientes en Estados Unidos, sino también es accesible para muchos salvadoreños que poseen seguros médicos privados y con los que Cleveland Clinic Florida tiene red. De este modo, se facilita obtener un servicio de gama alta por medio del servicio con el que ya cuenta el paciente en El Salvador.
El novedoso proceso de este tipo de cirugías mínimamente invasivas consiste en acceder al cerebro y a la glándula pituitaria por vía endoscópica a través de las fosas nasales; es decir, utilizando una sonda con la que se pueden extirpar tumores, sin realizar incisiones, lo cual es menos perjudicial para el paciente. De esta manera, los cirujanos llevan a cabo procedimientos complejos de forma efectiva y menos riesgosa.
Pocos centros en el mundo hacen este tipo de procedimientos a un alto nivel. Un distintivo del método de Cleveland Clinic es que dos cirujanos, un neurocirujano (Pablo Recinos) y un otorrinolaringólogo (Raj Sindwani o Troy Woodard), están presentes a lo largo del procedimiento. Ellos parten del enfoque de “Tag Team", trabajo de equipo en secuencia, que se utiliza en la cirugía de base del cráneo tradicional.
Parte del proceso
Con la estrategia “dos cirujanos, cuatro manos", el tratamiento de abordaje les permite enfrentar una amplia gama de condiciones complejas de la base del cráneo. La neuronavegación de este innovador proceso identifica el sitio exacto del objetivo quirúrgico, guiando mejor a los cirujanos para hallar la mejor ruta al tumor. La navegación puede proceder mediante el uso de resonancia magnética, tomografía, o ambas, para asegurar un alto nivel de precisión. De esta manera, las estructuras críticas son más fáciles de identificar y es más fácil evitar complicaciones.
Esta colaboración, que les gusta llamar "la danza", es un buen ejemplo de la estrategia multidisciplinaria para abordar los problemas de salud. Al igual que con cualquier baile, el truco es no pisar los dedos del pie de la otra persona. El neurocirujano y otorrinolaringólogo deben trabajar conjuntamente, cada uno tomando la delantera durante las diferentes fases del procedimiento. Esto no sólo requiere coordinación física, sino una filosofía común y la comprensión del concepto del procedimiento.
A simple vista el otorrinolaringólogo toma la delantera introduciendo el endoscopio a través de una fosa nasal y los instrumentos quirúrgicos a través de la otra. Debido a que el interior de la nariz y los senos paranasales se componen en gran parte de aire, esta "cirugía mínimamente invasiva" es mínimamente perjudicial a las estructuras normales, y no se requiere ninguna incisión en la piel
Cuando la instrumentación está suficientemente avanzada, el otorrinolaringólogo elimina la capa ósea y las membranas en la base del cerebro. El neurocirujano entonces toma la delantera, para extirpar el tumor. Una vez que el tumor ha sido removido y los objetivos quirúrgicos se han logrado, el otorrinolaringólogo inicia la reconstrucción del defecto de la base del cráneo. Los dos cirujanos luego comienzan a retirar el equipo, reparando cualquier tejido dañado en el proceso, hasta que salen del corredor nasal.
Ventajas de este método
La ventaja principal de utilizar un paso natural para acceder al cerebro en esta forma es que ya no hay que infligir tanto daño al cráneo con grandes incisiones y craneotomías externas. Como resultado, los pacientes sufren menos dolor postoperatorio y no tienen cicatrices externas. También se espera una recuperación más fácil y una estancia hospitalaria más corta.
Otra ventaja es la mayor visibilidad. Debido a que la fuente de luz se encuentra localizada en la punta del endoscopio, los cirujanos pueden visualizar áreas significativamente más amplias del campo quirúrgico. También son capaces de mirar en las esquinas de las zonas que antes estaban ocultas a la vista.
Por último, este abordaje permite al equipo lograr una extirpación del tumor más completa, dado que muchos de estos tumores benignos también involucran el hueso de la base del cráneo. El quirófano en el que se llevan a cabo estos procedimientos está equipado con la tecnología y el equipo más avanzado disponible. Además del sistema de neuronavegación, el equipo del quirófano incluye dispositivos de aspiración ultrasónicos, microdebridadores, fresas especializadas, y una gran variedad de instrumentos recién diseñados especialmente para la cirugía de los senos paranasales y la base del cráneo.
Si te interesa contactar a los encargados de desarrollar este innovador proceso de cirugías, contáctate con cualquiera de los dos médicos co-directores del Programa de Cirugía Mínimamente Invasiva de la Base del Cráneo y Pituitaria:
Dr. Raj Sindwani, jefe de la Sección de Rinología y Cirugía de la Base del Cráneo en el Instituto de Cabeza y Cuello de Cleveland Clinic. Puedes localizarlo al correo electrónico: sindwar@ccf.org
Dr. Pablo Recinos, jefe de la Sección de Cirugía de la Base del Cráneo en el Centro de Tumores Cerebrales y Neuro-Oncología Rose Ella Burkhardt del Instituto Neurológico de Cleveland Clinic. Puedes localizarlo al correo electrónico: recinop@ccf.org